
Sheldon Cooper aprobaría la última ocurrencia del Servicio Secreto de Estados Unidos, que ha abierto un procedimiento de licitación para el suministro de un programa de monitorización de las redes sociales que sea capaz de olfatear, entre otras cosas, el sarcasmo.
El ente público, una especie de guardia pretoriana protagonista de incontables películas y que se encarga de proteger a los líderes políticos (como el presidente de la nación, o el del Congreso), así como a sus familias, pretende que la herramienta tenga "la capacidad de detectar el sarcasmo y los falsos positivos".
Los programas para monitorizar las tendencias en las redes sociales como Twitter son relativamente habituales, y permiten señalar, por ejemplo, cuáles son los usuarios más influyentes y qué contenidos tienen más aceptación.
Pero la propuesta del Servicio Secreto es inédita por cuanto pretende ir un paso más allá, al intentar que las herramientas sean capaz de distinguir la ironía mordaz de amenazas reales, y así separar la paja del grano.
"No tengo noticia de que nadie haya dado con un algoritmo u otro sistema que sea capaz de detectar las frases sarcásticas", señala un experto en computación citado por Ars Technica.
Esa tarea requeriría, según el experto, que las máquinas sean capaces de entender el contexto, "algo en lo que no son muy buenas", todavía.