Tecnología

Los fabricantes de electrónica no saben de dónde salen sus componentes

  • Menos del 20% podría asegurar cuál es la procedencia de los minerales que usan
  • Un estudio resalta que la opacidad favorece la explotación de los trabajadores
En China se usan niños en la fabricación de componentes, según un estudio

La mayor parte de las compañías que se dedican a suministrar equipos tecnológicos de todo tipo, desde smartphones a servidores, pasando por memorias USB, no saben con exactitud de dónde proceden todos los componentes electrónicos que utilizan ni, por tanto, las condiciones de sus trabajadores.

El estudio, citado por The Register, se titula "Detrás del código de barras: acabar con la explotación laboral" y está realizado por la ONG australiana Baptist World Aid.

"Sorprendentemente, muchas compañías no conocen exactamente quién produce sus bienes. Puesto que el trabajo infantil, el trabajo forzado y la explotación ocurren a nivel global" y en todo el proceso de fabricación, "es crítico que las compañías conozcan a los actores clave en cada etapa de su cadena de suministro para protegerse contra esos abusos", afirma el informe.

El estudio cita además expresamente a China como uno de los países en cuyo sector de fabricación de componentes electrónicos se dan tanto trabajos forzados como explotación infantil.

¿Minerales? ¿Qué minerales?

Conforme a los datos de la ONG, ni siquiera el 20% de los fabricantes son capaces de contestar dónde fueron extraídos los minerales con los que arranca el proceso de producción.

Subiendo un escalón en la cadena, tres cuartas partes de las empresas no pueden identificar a todos los fabricantes de los componentes que se utilizan en los productos que venden, y sólo el 26% sabe con certeza quiénes son y como trabajan.

Al final del proceso, la proporción de compañías que conocen en detalle a todos sus proveedores implicados en la fase terminal de la producción (que incluye el transporte de componentes y el ensamblaje, entre otros) es de sólo el 49%.

El estudio, que pretende recomendar a los usuarios opciones de compra socialmente responsables, compila otros muchos indicadores para establecer un índice global.

En ese índice, ninguna de las decenas de compañías evaluadas consigue la máxima calificación, y los mayores fabricantes, Como Apple o Samsung, reciben una nota de B (siendo A la máxima y F la mínima).

Esa valoración relativamente favorable, advierte la ONG, no la reciben porque "sus cadenas de suministro estén libres de explotación, sino porque están mejorando relativamente" y trabajan de "forma proactiva" para resolver esos problemas.

La semana pasada, Samsung realizó una disculpa pública por los casos de muertes y el sufrimiento por enfermedades sufridas por los trabajadores de sus fábricas de semicondutores que podrían estar relacionadas por la actividad laboral, además, la compañía se ha comprometido a compensar a las familias de los trabajadores.

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