
Un informe realizado por la compañía canadiense Sandvine muestra que la proporción de datos que son encriptados durante su trayecto por la red se ha multiplicado en los últimos meses, a consecuencia probablemente de las informaciones que revelan que el servicio secreto de EEUU espía las comunicaciones de medio planeta.
El documento, que analiza sólo el tráfico en las horas punta, indica que en términos proporcionales las conexiones que han sido cifradas para impedir -o dificultar- que sean interceptadas han pasado del 1,5% al 6,1% del total en sólo un año en Europa.
Los datos agregados del tráfico en conexiones seguras SSL, que ya tienen descontado el incremento que se produce cada año en el número de paquetes enviados a lo largo y ancho del planeta (y que es del orden del 20%), muestran esa misma tendencia, pero aún más acusada, en Latinoamérica: pasan del 1,8% al 10,4% del total en un sólo año.
Los estadounidenses no se asustan
En Norteamérica las informaciones del ex analista de la agencia de espionaje NSA, Edward Snowden, parecen haber hecho menos mella. La proporción de datos encriptados durante las horas punta apenas sube, desde el 2,29% a comienzos de 2013 hasta el 3,8% doce meses después.
Tal y como señala Geek, el hecho de que Google y otros servicios web hayan generalizado el uso de SSL debe haber influido en el aumento del tráfico encriptado, pero no explica por si sólo más que una pequeña parte de la subida.
El miedo a ser espiados parece ser la principal explicación a esta fiebre por las conexiones SSL, de las que buena parte -imposible por la propia naturaleza del sistema cuantificarla- podrían estar siendo usadas por internautas que han pasado a descargar contenidos en la oscuridad.