
La rivalidad en el nuevo año entre los operadores de telefonía móvil en Estados Unidos tienen preocupado a Wall Street ya que los beneficios del sector puedan caer drasticamente.
Tras meses de movimientos agresivos de T-Mobile para atraer a clientes de otras operadoras, AT&T -la segunda del país- contratacó el 3 de enero ofreciendo pagar a los clientes que se cambien desde T-Mobile. Días después, la tercera operadora, Sprint, prometió grandes descuentos para grupos familiares y de amigos.
Ante esto T-Mobile reaccionó y elevó su apuesta diciendo que pagaría los costes a los usuarios correspondientes a penalizaciones para llevar a cabo migraciones a su compañía.
Los movimientos de Sprint y AT&T se produjeron después de que T-Mobile, la cuarta operadora del país, lograse tres trimestres consecutivos de crecimiento de clientes después de cuatro años de pérdidas.
La competencia al alza desafía a un sector acostumbrado en EEUU a imponer su voluntad a los consumidores, y los analistas temen que pueda desembocar en una pérdida de miles de millones en ingresos.
Los inversores esperaban que AT&T y el líder del mercado, Verizon Wireless, fuera capaz de zafarse de los movimientos de T-Mobile, debido a que controla unos dos tercios del mercado. Sin embargo, AT&T ha permanecido al margen durante meses ante las críticas públicas de sus servicios desde T-Mobile. Ahora que la compañía ha entrado en la pelea, incluso los líderes del sector podrían ver menores márgenes, según analistas.
T-Mobile centra la atención
"Lo más decepcionante es que AT&T está reaccionando contra T-Mobile", dijo el analista de Jefferies Michael McCormack. "¿Cuánto pasará hasta que reaccione Verizon?", dijo.
La competencia se podría disparar este año cuando Sprint, propiedad en un 80% del japonés SoftBank, trate de atraer de nuevo a los clientes que perdió por problemas técnicos.
El día antes de la última oferta de T-Mobile, los ejecutivos de Sprint y Verizon hicieron caso omiso sobre las preguntas sobre el movimiento de AT&T. El consejero delegado de Sprint, Dan Hesse, sugirió entonces que los movimientos de sus rivales para captar clientes serían fugaces.
Por su parte, los analistas dicen que la batalla "se cobrará su cuenta una vez que los consumidores voten con sus carteras" y los operadores muestre hasta dónde piensan luchar. El analista de New Street Research Felix Wai dijo que las bajas de los clientes aumentarán en todas las operadoras, lo que llevará a un mayor gasto en marketing que se mermará los márgenes.
McCormack, de Jefferies, dijo que su mayor preocupación es que el decreciente ingreso medio por usuario (ARPU) a causa de los descuentos podría dañar los beneficios por las llegadas de nuevos clientes.