Whatsapp está acabando con los mensajes cortos (SMS) a pasos agigantados. La tendencia ya se venía venir desde hace años, pero ha sido en las últimas semanas cuando se ha acelerado el cambio de ciclo. El punto de inflexión se produjo el pasado 31 de diciembre, cuando Whatsapp triplicó su actividad respecto al mismo día del año anterior.
De esa forma, en las últimas 24 horas de 2013, la aplicación de telefonía gestionó más de 54.000 millones de mensajes en todo el mundo, lo que equivale a una media de 626.000 whats-app por segundo. Las anteriores cifras ponen de relieve que cada usuario de Whatsapp (hay 400 millones activos cada mes en todo el mundo) se cruzó una media de 135 mensajes en ese día.
La gratuidad de los whatsapp (una vez excluido el coste anual de la aplicación de un euro en determinadas plataformas y el coste de las tarifas planas de datos móviles) convierten el fenómeno en un prodigio capaz de laminar el sistema tradicional de los SMS, cuyo precio medio unitario ronda los 8 céntimos de euro en España.
La compañía estadounidense difundió ayer un tuit para anunciar su último logro: "¡Feliz 2014!, el 31 de diciembre nuestros usuarios enviaron 18.000 millones de mensajes y recibieron 36.000 millones = 54.000 millones del total de mensajes en un día, el triple que hace un año". De hecho, en aquella ocasión, el récord se fijó en 7.000 millones de mensajes entrantes, 11.000 millones de mensajes salientes, con un total de 18.000 millones de mensajes procesados en un día.
La diferencia entre mensajes salientes y entrantes se debe a la existencia de grupos de Whatsapp, ya que en esas comunidades los usuarios envían un mensaje para varios destinatarios simultáneos.
Whatsapp, cuya plantilla apenas alcanza el medio centenar de empleados, lleva camino de convertirse en la aplicación de telefonía móvil más exitosa de la historia, a gran distancia de Line, Skype o WeChat, entre otros.
Así es el éxito de WhatsApp
