El fabricante finlandés de teléfonos móviles Nokia registró una pérdida neta de 91 millones de euros en el tercer trimestre del año, lo que supone reducir los números rojos con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando perdió 959 millones de euros. El resultado es mejor de lo que esperaban los analistas consultados por Bloomberg, que de media habían previsto unas pérdidas de 171,5 millones.
Las ventas cayeron el 22% hasta situarse en 5.660 millones de euros, lejos de los ingresos de 7.240 millones de un año antes y por debajo también de las estimaciones del mercado, que esperaba una cifra de negocio de 5.870 millones.
Según ha informado la compañía, en el tercer trimestre ha elevado el número de smartphone comercializados hasta los 8,8 millones de dispositivos, frente a los 7,4 millones de los tres meses anteriores.
Entre enero y septiembre, Nokia registró una pérdida neta de 721 millones de euros, un 82% menos que en el mismo periodo de 2012, cuando las pérdidas ascendieron a 4.031 millones.
"El tercer trimestre ha sido uno de los periodos de mayor transformación de la historia de la compañía", ha señalado en un comunicado el director financiero de Nokia, Timo Ihamuotila.
"Nos hemos convertido en los propietarios de NSN (Nokia Siemesn Networks) y hemos alcanzado un acuerdo para la venta de nuestra división móvil a Microsoft, lo que creemos que transformará radicalmente el futuro de Nokia a mejor", ha añadido. ¿Un nuevo campeón europeo tecnológico? Nokia estudia una fusión con Alcatel-Lucent.
Entre enero y septiembre, Nokia registró una pérdida neta de 721 millones de euros, un 82% menos que en el mismo periodo de 2012, cuando las pérdidas ascendieron a 4.031 millones.
Nokia presenta su primer tablet
