Tecnología

El problema del espectro y el derecho usar también el 4G en el extranjero

Con la creciente demanda de servicios de datos móviles, desplegar LTE es la principal prioridad para muchos operadores móviles en este momento. El ingente volumen de datos que circula por las redes móviles aumenta cada año de forma exponencial, y exprime como nunca la capacidad por la omnipresencia de contenido multimedia.

Por ejemplo, Vodafone Alemania, que fue pionero en el despliegue de servicios LTE, ha confirmado que un impactante 75% del tráfico de su red corresponde a vídeo. Con velocidades de descarga de 150Mbps con LTE frente a los 10-15 Mbps sobre redes 3G, muchos operadores están dispuestos a utilizar el nuevo estándar de red para hacer frente al gran aumento del consumo de datos que se está registrando en todo el mundo.

Sin embargo, desplegar LTE supone una gran inversión para los operadores. Si ya de por sí actualizar la tecnología de red para dar soporte al LTE es bastante caro, los operadores además necesitan competir en costosas licitaciones de espectro para obtener el espacio aéreo necesario. La reciente licitación de espectro LTE de Holanda costó a los operadores ganadores 3.800 millones de euros, mientras que los operadores británicos pagaron 2.340 millones de euros en febrero de 2013 por licencias similares , una cantidad por debajo de lo esperado.

Dada la magnitud del gasto, el espectro es un recurso muy preciado para los operadores. Hay que tener en cuenta que éste es muy limitado, ya que la saturación del espacio aéreo se está convirtiendo en un problema significativo en muchos países desarrollados, lo que ha supuesto que los operadores hayan sido obligados a desplegar LTE en diferentes bandas de frecuencia en función del espectro disponible en su mercado.

Tanto es así que la GSMA prevé que se usen al menos 38 combinaciones de radiofrecuencia diferentes para el despliegue de LTE en todo el mundo. Por ejemplo, algunos operadores de Norteamérica han optado por la banda de 700MHz mientras que los europeos están usando 2,6GHz y algunos países asiáticos han elegido 1,8GHz para el LTE.

Lamentablemente la capacidad limitada del espectro ha supuesto que operadores de todo el mundo hayan desplegado LTE en las frecuencias que estaban disponibles en lugar de alcanzar un acuerdo internacional sobre el espectro más adecuado. Por ejemplo, la banda de 700 MHz que usa el LTE en Estados Unidos en principio estaba destinada para la televisión analógica. Esto ha creado una gran fragmentación en el mercado. Una de las bandas de LTE de Norteamérica (2,1GHz) es usada actualmente por la principal televisión británica.

Dispositivos incompatibles

Mientras, EE (el único proveedor LTE de Reino Unido por el momento) opera en 1,8GHz. De hecho, incluso el espectro utilizado por los operadores de red en los mismo países no es siempre el mismo; en Estados Unidos las redes LTE operadas por Verizon y AT&T no son compatibles entre ellas. ¿Y qué problemas genera esto? El principal es el roaming internacional. Ahora que los dispositivos con LTE están preparados para la frecuencia concreta de su país, los clientes se enfrentan ahora al problema de no poder acceder a los servicios LTE en el extranjero. Los dispositivos creados para usar redes LTE en una zona geográfica será incompatibles con las de otros países ya que están basadas en diferentes bandas del radio espectro.

A pesar de que hemos tenido suerte al tener experiencias de roaming sencillas con servicios 3G, la fragmentación del mercado de roaming LTE es una vuelta a la norma del sector. La fragmentación se afrontó con operadores centrados en GSM con 2G, al igual que en los primeros tiempos del 3G. Esto se solucionó de forma puntual con teléfonos multibanda que habían sido construidos para múltiples frecuencias, incluso aunque se utilizara una sola banda en el país de venta. Además, un gran nivel de coordinación internacional supuso que esos dispositivos móviles pudieran hacer frente al roaming internacional en redes 3G sin necesidad de una ingente cantidad de radios adicionales, ya que las bandas de frecuencia para 3G no eran muy diferentes.

Ahora hay mucha menos cooperación y acuerdo entre los operadores con respecto al LTE. Aunque el sector de los fabricantes de dispositivos siga encontrando formas de crear dispositivos más pequeños con más radios, en línea con la Ley de Moore, será imposible crear dispositivos que puedan compatibles con el total de 38 bandas que se usan para el LTE de forma internacional. El resultado más probable a este enigma es que los operadores y fabricantes de dispositivos se pondrán de acuerdo en usar entre 6 y 8 de las bandas del espectro LTE más utilizadas e implementarán radios para que sean compatibles con los dispositivos móviles.

Actualmente los chipsets de los dispositivos están avanzando para ser capaces de dar soporte a entre cinco y diez bandas de frecuencia diferentes y muchos expertos esperan que continúe la tendencia. Por ejemplo, el iPhone 4S incorporaba compatibilidad con 10 frecuencias diferentes tanto en redes GSM como en CDMA. Mientras, operadores como Verizon están empezando también a sentar las bases para la cooperación internacional en roaming LTE al asociarse con operadores del otro lado del charco para ofrecer LTE roaming dentro y fuera de los EE.UU. Verizon pretende que su espectro de banda 700 MHz C y su espectro 1.7/2.1 GHz AWS estén disponible para roaming LTE.

Sin embargo, por ahora continua la fragmentación. Teniendo en cuenta que aún nos encontramos en un período de "luna de miel" para los servicios LTE, esto no presentará demasiados problemas en el corto plazo. Pero a medida que los clientes se acostumbren a velocidades de datos LTE en sus países y empiecen a considerarlas "lo normal", aumentará el descontento cuando no puedan acceder a estos servicios en el extranjero. Aunque muchos dispositivos estarán preparados para el roaming en redes 3G y acceder a servicios Wi-Fi a nivel internacional, es posible que los abonados no puedan acceder a servicios OTT de banda ancha que pasarán a depender de LTE. Por ejemplo, el 3G apenas puede dar soporte a los diferentes servicios VoIP que están disponibles actualmente. Con jugadores OTT que buscan cada vez más ofrecer nuevas funciones como voz HD y videoconferencia, los operadores pueden enfrentarse a abonados frustrados cuando no puedan acceder a estos servicios fuera de su país a excepción de en hotspots intermitentes

En busca de unanimidad

En el largo plazo, el mercado LTE debe esforzarse para conseguir la unidad. Esto beneficiará a todos los integrantes del ecosistema móvil: desde los fabricantes que únicamente tendrán que crear un dispositivo que se pueda usar en multitud de países hasta a los consumidores que disfrutarán de servicios de roaming LTE y los operadores que se beneficiarán de los ingresos adicionales del roaming y de una mayor satisfacción de sus abonados.

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