Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, ha incurrido en la política formando un grupo de presión que ha apostado por una estrategia de doble filo para apoyar la reforma migratoria.
Frente a la opción más lógica, la de un apoyo directo al partido demócrata y sus representantes que, bajo el liderazgo del presidente Barack Obama se disponen a acometer una importante reforma de las leyes migratorias, Zuckerberg y su grupo han optado por un plan B.
El grupo de presión llamado FWD.us, compuesto, además de por Zuckerberg, por otros directivos de las más importantes empresas de Silicon Valley como Google o Microsoft, está apoyando económicamente a políticos conservadores dispuestos a dar su apoyo a la ley que perfila Barack Obama.
Sectores de izquierdas, molestos
A pesar del éxito del doble juego ideado por FWD.us, las críticas de los sectores de izquierda no han tardado en llegar, según publica el diario ABC. Estos han reprochado a Zuckerberg y al resto de compañías que, con su apoyo económico para campañas publicitarias de políticos republicanos, también están apoyando otros puntos de sus campañas, como la no regulación de las armas o la construcción de un oleoducto que ha desatado la ira de las organizaciones ecologistas.
Ante la polémica, algunos directivos de firmas de Silicon Valley se han retirado del 'lobby', y varias ONG han anunciado que dejarán de anunciarse en Facebook para mostrar su repulsa a la actividad política de Zuckerberg.
Para el sector tecnológico, la reforma de la ley migratoria es de vital importancia ya que permitiría un mayor acceso de cerebros tecnológicos que favorezcan la innovación en EEUU.
Entidades
Cuantiosas ganancias
