Busca con ello que la capital mundial del móvil sea "ciudad amiga" del teléfono
BARCELONA, 13 (EUROPA PRESS)
La nueva ordenanza de Barcelona reguladora de la intervención municipal en las instalaciones de radiocomunicación ha echado a andar para facilitar la instalación de antenas de telefonía móvil en la ciudad, aumentando hasta un 78% los emplazamientos con estas infraestructuras.
La ciudad, que es la capital mundial del móvil al menos hasta 2018, cuenta con 640 emplazamientos con unas 800 antenas de móvil, y en tres o cuatro años el Ayuntamiento prevé que serán necesarios 400 ó 500 emplazamientos más para resolver los problemas de cobertura o desplegar nuevas tecnologías.
La Comisión de Gobierno ha aprobado inicialmente este miércoles el proyecto normativo de la ordenanza, con lo que ha dado el pistoletazo de salida a su tramitación, que podría finalizarse en tres o cuatro meses tras someterla a exposición pública y la aprobación del pleno.
En declaraciones a Europa Press, el gerente del Instituto Municipal de Informática (IMI), Manel Sanromà, ha destacado que con la ordenanza quieren ser "una ciudad amiga del móvil" y dejar atrás lo que, en su opinión, era hasta ahora: enemiga.
Las compañías de móvil se habían quejado de las dificultades para instalar antenas en Barcelona, y Sanromà considera que tenían razón: "Era una de las ciudades del mundo en que era más difícil poner una antena y más fácil retirarla".
Se trata de acabar con los "agujeros de cobertura", acción ahora en manos de las operadoras, según el gerente, y es que Barcelona cuenta con un servicio muy bueno de GSM (2G-2,5G), pero hay deficiencias en UMTS (3G) --especialmente en el interior de los edificios-- y la 4G/LTE es limitada.
La filosofía cuadra con lo que defiende el alcalde, Xavier Trias (CiU), de que la ciudad necesita muchas antenas pequeñas, y en las elecciones municipales de 2011 calificó de "catástrofe" que Barcelona quisiera ser capital del móvil y que limitara las nuevas antenas.
Sanromà ha destacado que las antenas no tienen impacto sobre la salud, que un mayor número supone una menor radiación, y al ser más pequeñas --incluso como una raqueta de tenis, con lo que pueden colocarse también en fachadas-- desaparecen de la vista: "Más antenas, menos radiación y más servicios".
El gerente ha explicado que hasta ahora esta cuestión estaba regulada en la ordenanza del paisaje urbano de 2003, y mucho ha llovido en el campo del móvil tras 10 años, además de defender que la capital mundial del móvil "debe tener una ordenanza específica".
MÁS INSPECCIÓN
Su tramitación llega ahora que el Estado ha liberalizado estas instalaciones dejando a los ayuntamientos casi prácticamente la inspección, que en la ordenanza se prevé aumentar en Barcelona con 30 sondas fijas y una móvil, y se fijan sanciones incluso muy graves, pero la cuantía dependerá de la norma estatal.
Las operadoras ya no necesitan licencia municipal y sólo deben comunicar la instalación al Gobierno --el consistorio intenta que las de Barcelona también a él--, a excepción de cuando son instalaciones de más de 300 metros cuadrados, en edificios catalogados o espacios naturales.
La ordenanza municipal es más restrictiva que la anterior normativa en cuanto a integración paisajística, definiendo volúmenes, ubicación, altura y número de elementos, recogiendo códigos de buenas prácticas recomendadas por Localred y la Federación Española de Municipios (Femp).
La nueva norma del consistorio también incluye reforzar la red de infraestructuras de radiocomunicación y radiodifusión, donde se incluyen redes privadas de comunicación, radiodifusión --radio y televisión, como la TDT--, y estaciones de radioaficionados.
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