
Los operadores de móviles se frotan las manos ante la pujanza del tráfico telefónico de las máquinas, mercado también conocido como Machine to Machine (M2M). Se trata de una tecnología que permite la comunicación de diversos dispositivos sin que deba mediar la intervención humana. Es un filón en constante crecimiento, ajeno a la crisis y con una proyección alcista que no hay quien lo discuta. Este joven y silencioso mercado no sufre las guerras comerciales del sector y no ofrece espacio para los operadores virtuales.
En la actualidad los tres grandes operadores de telecomunicaciones españoles se reparten más de 2,75 millones de líneas M2M, de las que casi dos millones corresponden a Movistar. Según ha podido saber elEconomista de fuentes del sector, la cuota de mercado de la filial de Telefónica en España roza el 70% frente al 20% de Vodafone y al 12% de Orange.
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) todavía no pormenoriza las participaciones del negocio M2M por operador, por lo que todos los resultados de cuota de mercado son estimativos y guardan bastante relación con la participación de los principales operadores en el mercado empresarial.
Estas líneas móviles permiten la lectura a distancia de los contadores de consumo de servicios públicos como el gas o la electricidad. También abundan en los ascensores, sistemas de alarma, lectores de tarjetas de crédito, terminales de control de mercancías o equipos médicos para sistemas remotos de eHealth.
El crecimiento de las tarjetas SIM para las máquinas disfrutará en 2015 con su mayor impulso con la incorporación de este sistema de comunicaciones en los automóviles, con el sistema paneuropeo de llamada de emergencia para vehículos, denominado eCall. Esta propuesta pretende ayudar a salvar vidas reduciendo el tiempo de respuesta de los servicios de emergencia en caso de accidente.