MADRID, 28 (Carlos Hergueta/Portaltic) Los Parrot Zik dejan ese regusto a futuro en el presente. La ausencia de cables y el control mediante gestos táctiles ofrecen una gran comodidad de uso a la que resulta fácil acostumbrarse. Además, a pesar del uso de la tecnología inalámbrica, la calidad de audio -no solo para reproducir contenidos, sino también para hablar- es francamente buena.
Estos 'headphones' ofrecen una gran calidad de audio unida a unas características que hacen que su uso sea increíblemente cómodo. También se ha puesto mucho énfasis en el aspecto, para lo que se ha contado con el trabajo de Philippe Starck, un diseñador industrial que ha apostado por la sobriedad. También se han cuidado mucho los materiales, con metal y cuero que transmiten sensación de robustez. Con 300 gramos de peso, resultan bastante ligeros.
Dejando a un lado el diseño, que gustará más a unos que a otros, estamos ante un 'headset' para dispositivos Bluetooth que prescinde de los cables y, casi, de los botones. Tan solo tiene uno, que sirve para apagar y encender. El resto de las acciones se controlan gracias al auricular derecho, que no es otra cosa que un panel táctil en su lateral exterior. Amigo como soy de empezar a trastear sin mirar el manual de instrucciones, me ocurrió que al empezar a utilizar el dispositivo, no tenía muy claro cómo se pasaban las canciones o se pausaba la reproducción. Tuve que echar mano de las instrucciones y eso ya me indujo a pensar que aquí se ha innovado.
Una vez vinculado el Zik con el smartphone, tan solo hay que empezar a utilizarlo y el audio se escucha en los cascos de forma inalámbrica. Esto ofrece la evidente ventaja de que el cable no nos molesta si nos estamos desplazando por la ciudad, subiendo y bajando de transportes públicos o forrados de prendas de abrigo en estos días de invierno. También puede ser una ventaja para quienes gustan de escuchar música en casa sin molestar a los demás, con la ventaja de que se pueden mover por su hogar con comodidad, como si la música sonara por unos altavoces.
PANEL TÁCTIL, MUCHO MEJOR QUE BOTONES
El sistema de control mediante gestos en el panel táctil es su otro gran punto a favor y quizá el más sorprendente. Tan solo hay que dibujar líneas hacia arriba y abajo para subir y bajar el volumen y hacia derecha e izquierda para avanzar o retroceder canciones. Pausar y reanudar la reproducción es tan sencillo como dar un pequeño toque en el panel. No hay que buscar a tientas botones que no están al alcance de nuestra vista. Este sistema resulta muy cómodo en desplazamientos, sin tener siquiera que sacar el móvil del bolsillo para ir escuchando música a nuestro antojo.
Este sistema de control no es solo útil cuando no tenemos el smartphone en la mano. Resulta sorprendente lo fácil que es acostumbrarse a pasar canciones con el panel táctil mientras, por ejemplo, escribimos un correo o miramos Twitter, sin tener que cambiar de aplicación (lo que implica, al menos, tres pulsaciones en la pantalla táctil). Un sencillo gesto con una mano es suficiente para pasar esa canción.
Por otro lado también merece la pena mencionar otra característica interesante: cuando nos retiramos los cascos de las orejas y los dejamos sobre nuestros hombros, la reproducción se para. Una vez que los colocamos de nuevo, se reanuda automáticamente sin tener que tocar ningún botón o el panel táctil.
CALIDAD DE AUDIO
La calidad de audio es muy buena, entre otras cosas gracias al sistema de cancelación activa de ruido exterior patentado por la compañía. Parrot ha desarrollado un sistema de alto rendimiento, que elimina hasta un 25dB de ruido ambiental (incorpora 4 micrófonos insertados dentro y fuera de cada auricular para este fin).
Por otro lado, los algoritmos DSP (Digital Sound Processor) reconstruyen el sonido para producir la sensación de que la música viene por delante. El sistema quiere transmitir una sensación similar a la que podemos sentir en un concierto y se puede configurar gracias a una aplicación móvil (iOS y Android). El resultado es un sonido contundente a pesar de ser un equipo inalámbrico. Por otro lado, para aquellos interesados, viene con un cable de 3,5 milímetros.
Por último, comentar que aunque el retardo es escaso, sí se produce cierto desfase entre cuándo reproduce el dispositivo el audio y cuándo llega al Parrot Zik. Esto no se traduce en molestias ni para escuchar música ni para hablar, pero sí que puede ser un 'handicap' cuando utilizamos videojuegos y se debe tener en cuenta.
GENIAL PARA HABLAR POR TELÉFONO
No debemos olvidar que, además de unos cascos de audio, el Parrot Zik es también un "manos libres". Aunque a priori no lo parezca, pues no está a la vista, el equipo cuenta con varios micrófonos integrados. Para contestar o colgar llamadas cuando los llevamos puestos, tan solo hay que dar un toque en el panel táctil.
El Parrot Zik capta la vibración de la mandíbula y la fusiona con el sonido de la voz para que las llamadas sean fiables, gracias a un sensor ubicado en el casco derecho. Dos micrófonos graban el sonido y determinan su dirección para eliminar la distorsión, al tiempo que se frena el ruido ambiente. El resultado es una calidad francamente buena. Lo hemos probado en interiores sin ruido y en exteriores con peores condiciones, como la calle o un autobús de línea, y el interlocutor recibe nuestra voz de forma muy clara.
En cuanto a la autonomía, su batería de 800 mhA (integrada en el auricular derecho, debajo de una tapa magnética muy fácil de quitar y poner) da para unas ocho horas de autonomía, con un tiempo de carga de unas dos horas. Sin duda, más que suficiente para el día a día.
CONCLUSIÓN
Con 350 euros de precio, está claro que el Parrot Zik no es para todos los públicos. Se trata de un producto de gama alta que hará las delicias de los usuarios más activos y melómanos, que estén constantemente escuchando música en casa o en la calle. Ellos encontrarán en la comodidad y calidad de audio de estos 'headphones' unos aliados de los que les resultará difícil separarse.