Tecnología

Las pantallas flexibles reinarán en 2015

Lo que viene a continuación ocurrió el pasado miércoles en la presentación estelar del CES de Las Vegas (EEUU), en el mayor encuentro global de la electrónica de consumo. La feria transcurría de forma anodina, con anuncios previsibles y frivolidades gratuitas, cuando surgió el gran destello. Lo protagonizó Stephen Woo, presidente de la división de Dispositivos y Soluciones de Samsung. El directivo resumió en una palabra la clave del éxito de su compañía: los "componentes". Fue escucharlo y alguien entre el público repitió la misma palabra. Parecía como si se hubiera descubierto la piedra filosofal. Y algo de eso sucedió. Woo interrumpió un instante su discurso para tomar carrerilla. Era consciente de que lo mejor estaba a punto de llegar y que el golpe sería sonado. El primer componente que rompería la uniformidad de la industria allí representada era una pantalla flexible para móviles, que en el caso de Samsung se llamará Youm. Se trata de un nuevo soporte que formará parte de la vida de la mayoría de los ciudadanos del Planeta. Como ya ocurre con los dispositivos móviles, con más de 6.000 millones operativos en todo el mundo, la pantalla flexible está llamada a marcar un hito en la industria. Los teléfonos móviles, las tabletas, los ordenadores, los televisores, las cámaras de fotos conectadas? todos los gadgets prometen acomodar la patente en los próximos años, en cuanto salgan las cuentas al fabricante. Los periódicos y libros se leerán en esa superficie. También se navegará por la Red y se participarán en las redes sociales sobre ese material capaz enrollarse como un pergamino, tan ligero como un papel y tan dúctil como una lámina de plástico. Ni se rompe ni se dobla. Puede ser grande o alargado como se quiera. Los ingenieros de Samsung llevan cerca de diez años trabajando en secreto en un asunto con el que ahora darán un salto de gigante que obligará al resto de sus competidores a replantearse sus desarrollos. La primera patente de ese tipo lleva el cuño de Nokia, registrada en 2010, por lo que la guerra de licencias no tardará en estallar.

Como ocurre en otras presentaciones del CES, las novedades alumbradas en la feria llegarán al mercado dos o tres años más tarde. Eso también sucederá con la pantalla flexible, cuyos precios actuales sólo son permisibles para proyectos de laboratorio. Por lo tanto, ahora Samsung deberá afinar el producto para que el coste de producción compense semejante audacia. Visto lo visto, quien diga que Samsung no innova ya puede comerse ahora sus palabras. Por lo pronto, Apple, la multinacional más valiosa del mundo por capitalización bursátil e imagen de marca, está obligada a apretar los dientes para ofrecer algo más valioso que su principal competidor.

Al margen de la pantalla flexible, Samsung desveló otro "componente" con el que pretende llegar más lejos que sus rivales: un microprocesador superlativo para móviles y tabletas de ocho núcleos o, lo que es lo mismo, un chip el doble de potente de los que usa la mayoría de los nuevos portátiles. Salvando las distancias, viene a ser como incorporar un motor de Ferrari a un simple utilitario.

El nuevo chip de la casa se llama 'Exynos 5octa' y entre sus principales virtudes sobresale la eficiencia energética de los futuros smartphones y tabletas, así como su capacidad de proceso para permitir el disfrute de los videojuegos en tres dimensiones o las películas en alta definición en dispositivos móviles, con calidades propias de consolas o de reproductores de vídeo. "Nunca se ha visto nada igual", presume Woo, consciente de que las diferencias de la próximas generaciones de Samsung no las determinará el diseño, el marketing o el maquillaje mediático, sino en el motor que mueve las máquinas.

Al margen de Samsung y sus componentes, el CES estuvo marcado en el mercado de televisores por la consolidación de la tecnología 4K, también conocido como 'ultra alta definición' o por sus siglas UHD TV. Esos prodigios llegarán a los primeros hogares y oficinas a lo largo de este año. La resolución de 8,3 millones de píxeles (3.840 x 2.160) invita a acercarse al televisor para comprobar que el ojo apenas es capaz de percibir nada mejor.

Samsung, LG y Toshiba mostraron estos televisores en el CES y crearon unas expectativas engañosas entre los asistentes a la feria. Pese a que los dispositivos se pueden ver y tocar, el verdadero disfrute sólo se producirá cuando la producción de contenidos se ponga a la altura del continente. Hasta la fecha apenas existen 60 títulos cinematográficos grabados en 4k, sin que se perciba una conciencia por parte de las productoras audiovisuales en renovar sus cámaras grabadoras. Además, cada película o vídeo de ultra alta definición en la televisión conectada demanda un consumo de datos disparatado, algo que exigirá un ancho de banda de los operadores de telecomunicaciones superior a los 100 megas por segundo. Por todo lo anterior, la explosión de los datos producida hasta la fecha no será nada comparado con lo que viene. Respecto a las televisiones 3D, los fabricantes han dado nuevos avances para exhibir en el mismo televisor dos contenidos diferentes de forma simultánea, sólo apreciables con las gafas especiales en frecuencias distintas. Esa pirueta técnica lleva el cuño de Samsung, fabricante que también ha logrado algo tan deseable como simplificar una única conexión todo el cableado del televisor.

Los visitantes del CES también han tenido tiempo para asomarse a conocer las nuevas tendencias del hogar conectado, un universo regido desde el móvil o la tableta. Las máquinas ya no sólo son capaces de comunicarse entre sí, sino que también toman pequeñas decisiones con el único objetivo de facilitar la vida a las personas. Viene a ser como vivir en una película de ciencia ficción.

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