Tecnología

Perito informático forense, una profesión que tiene futuro en España

Ordenadores, teléfonos inteligentes, tabletas... Internet y los gadget tecnológicos se han convertido en una parte fundamental de nuestras vidas tanto a nivel personal como profesional. Pero la criminalidad en medios informáticos también ha ido creciendo a medida que las nuevas tecnologías han ido penetrando en la sociedad, por lo que el peritaje informático forense se perfila como una de las profesiones más solicitadas tanto en el ámbito empresarial como judicial.

"España necesita más de 10.000 expertos en informática forense, lo que convierte esta nueva profesión en una salida real dada la cantidad de conflictos tecnológicos y los cada día más numerosos delitos informáticos. Contar con un perito informático puede ser vital para ganar una demanda o evitar una condena", apuntan desde la Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales Informáticos (ANTPJI).

¿Pero qué es y a qué se dedica un perito informático forense? Pues se trata de un experto que tiene los conocimientos, las habilidades y la experiencia necesaria para ayudar a los jueces y a los tribunales a esclarecer delitos. Los ordenadores y los teléfonos móviles son máquinas que registran todo lo que se realiza en ellas, y un perito informático debe ser capaz de extraer las evidencias electrónicas irrefutables que serán claves en cualquier litigio. Son los responsables de encontrar en muchas ocasiones las pruebas de los delitos. Pero también pueden trabajar para las empresas con el objetivo de evitar espionajes, robos de información, fraudes, manipulación de datos y programas...

Sin duda, será el profesional más demandado por una sociedad cada vez más tecnológica, ya que la prueba electrónica es reina en la investigación criminal actual", aseguran desde la ANTPJI.

El perito judicial informático debe contar con un perfil técnico y tecnológico y con amplios conocimientos legales respaldados por una formación universitaria en derecho procesal civil, penal, administrativo y laboral, lo que le permitirá desarrollar su tarea sin que sea descalificada o impugnada durante una presentación judicial. Además, necesita tener conocimientos forenses y de investigación legal y criminalística.

Pero las aptitudes técnicas y científicas no deben estar reñidas con cierta habilidad para la comunicación, ya que el perito debe intentar que hasta el más profano en la materia comprenda lo que está explicando y demostrando. Delante de un tribunal que no entiende de informática hay que ser muy claro y didáctico para demostrar cómo se ha cometido un delito a través de un medio tecnológico.

La ANTPJI cuenta en Valencia y Salamanca con delegaciones que en breve pondrán en funcionamiento laboratorios informáticos forenses homologados, los cuales contarán con un Centro de Formación que impartirá cursos y monográficos especializados. Sin embargo, esta asociación ya cuenta con múltiples programas de formación para potenciar el desarrollo profesional y las aptitudes de los peritos.

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