Tecnología

Netflix entrará por los ojos... y por el bolsillo

La oferta comercial de Netflix que aterrizará en España el próximo año se presume incontestable: los mejores contenidos audiovisuales y, posiblemente, con los menores precios.

Con semejantes argumentos, la plataforma de distribución de cine y series de televisión tiene todo a su favor para cambiar las reglas del juego en su sector. Sólo hace falta conocer lo que esta compañía estadounidense ha sido capaz de hacer en su país de origen para adivinar el alcance de una ofensiva internacional que por fin se extenderá en Europa.

Si todo se desarrolla con normalidad, sin que los distribuidores entorpezcan el desembarco en España de la iniciativa, los telespectadores españoles pueden felicitarse ante el paisaje que se avecina: contenidos a la carta a cambio de una tarifa plana que podría oscilar entre los 5 y 7 euros al mes.

Entre otros méritos, y sin proponérselo, Netflix ha conseguido acabar con buena parte de la piratería audiovisual en los Estados Unidos y Canadá. Y lo ha hecho convenciendo a los usuarios con una oferta comercial ciertamente atractiva.

En la actualidad cuenta con más de 30 millones de suscriptores que pagan cada mes ocho dólares para elegir entre 3.000 películas, incluidos todos los estrenos, además de series de televisión y retransmisiones en directo de grandes acontecimientos deportivos y musicales. La tarifa subirá en breve a 16 dólares (12 euros). Todo ello, con calidad de alta definición.

Con semejantes condiciones la pregunta es obvia: ¿para qué esforzarse en descargarse una película de Internet, abriendo puertos, dejando el ordenador encendido toda la noche y con todos los quebraderos de cabeza que eso representa, si por una pequeña cantidad mensual cualquiera puede acceder a los contenidos audiovisuales más apetecibles del momento?

Gracias a los acuerdos con los principales distribuidores cinematográficos, Netflix se ha convertido en una referencia para aquellos que quieran disfrutar en su hogar de lo más parecido a tener barra libre en el Blockbuster, negocio desaparecido de las esquinas precisamente por la competencia de esta compañía. Primero llegaban los DVD por correo y ahora lo hacen por las conexiones de banda ancha y cable que abundan en los Estados Unidos. Y lo mismo sucederá en Europa y España, donde las infraestructuras de acceso a Internet mejoran a pasos agigantados, tanto en calidad como en cantidad.

Televisores conectados

Netflix llegará a España en un momento especialmente dulce, con un pujante parque de televisores de alta definición y con la creciente competencia de los fabricantes para ofrecer receptores preparados para los contenidos en tres dimensiones (3D). Todo ello transitará por Internet y llegará a los hogares que, poco a poco, contratarán líneas de 50 y 100 MB conectados a los televisores inteligentes.

El éxito del desarrollo de Netflix en España tiene mucho que ver con la velocidad de implantación de las súper bandas anchas en los hogares. Y ese asunto está en manos de los operadores, que todavía se plantean cómo priorizar el tráfico por sus redes a unos proveedores de contenidos sobre otros. Apple TV, Google TV son algunos de los nuevos jugadores, sin olvidar las ofertas que ya ofrecen los fabricantes de televisión como Samsung y LG.

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