Tecnología

Ciudades inteligentes: La realidad supera a la ficción

  • Las ciudades inteligentes tienen como fin mejorar la calidad de vida y el bienestar de los ciudades a través de la interconectividad
  • España destina 188.3 millones de euros al proyecto, a través del Plan Nacional de Ciudades Inteligentes

El 5G, El IoT y las Smart Cities son tres conceptos que cada vez son más habituales en la planificación o remodelación de nuevos terrenos. Son las tres claves para entender las ciudades que vendrán. Más pronto que tarde, las ciudades futurísticas tantas veces imaginadas y representadas en las películas de ciencia ficción serán una realidad.

De hecho, a día de hoy, hay algunas ciudades muy cerca de este término, como es el caso de Singapur (Singapur), Zúrich (Suiza) u Oslo (Noruega). No hay que confundir las ciudades inteligentes con las ciudades sostenibles. Estas últimas buscan reducir su huella ambiental y promover la sostenibilidad. Por su parte, las smart cities, aunque pueden apoyarse en la eficiencia, tienen como fin último mejorar la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos a través de la interconectividad, es decir, aprovechando al máximo las capacidades que ofrece Internet y las tecnologías de la información. Por tanto, Internet será el nexo de todo, lo que abre un sinfín de posibilidades.

Pero para cumplir con su propósito necesita apoyarse en dos pilares fundamentales, como son la conectividad 5G y el IoT (Internet of Things, traducido al castellano como Internet de las Cosas). Ambos conceptos están más relacionados de lo que pueda parecer, así que es imprescindible entender su significado. En primer lugar, el término 5G hace referencia a la actual ola de innovación en el sector de las comunicaciones, que influye directamente en la forma en la que establecemos nuestras relaciones a través de la tecnología. El 1G, por ejemplo, fue la generación que nos permitió comunicarnos a través del teléfono móvil. Por su parte, el 2G introdujo el sistema de SMS y el roaming.

El ecosistema de aplicaciones móviles llegó con la tercera generación o 3G. Más recientemente, con el 4G se consolidó el auge de los servicios multimedia y un salto notorio en la velocidad de datos. Ahora, la quinta ola, busca expandir los servicios de internet más allá de los smartphones y hacerlo a una velocidad "sin precedentes", según afirma la web CNN Business. A su vez, esta conectividad ampliada ofrecida por el 5G tiene como grandes beneficiarios las infraestructuras, negocios y todo tipo de objetos capaces de almacenar, producir y comunicar información en red con coberturas mejoradas. Aquí aparece el segundo término de la ecuación, el IoT. De manera simple, se trata del proceso que permite conectar los elementos físicos cotidianos a la red, es decir, controlar mediante Internet objetos que van desde las bombillas de la luz, hasta prendas de ropa o, como es el caso, una ciudad entera.

Ciudades interconectadas

Esta enorme telaraña digital abarca muchas infraestructuras del día a día. Algunos ejemplos en los que se podría observar esta interconectividad y una evolución de la tecnología pueden ser las paradas de autobús o el alumbrado público. Por supuesto, industrias y negocios también son un objetivo claro de estos avances. En este sentido, la cobertura 5G puede facilitarles el proceso de automatización y contribuir a la construcción de fábricas inteligentes, donde la mano de obra humana será escasa. Pese a su posible connotación negativa, realmente esto debe entenderse como una oportunidad para la creación de nuevas posibilidades de negocio y un aumento en la productividad, que puede dar lugar a su vez a un aumento en los índices de empleo.

Sin embargo, el apartado más destacable de las smart cities va a ser la cantidad de servicios que el ente público puede otorgar a la ciudadanía. En términos de seguridad, la tecnología permitirá la instalación de cámaras, sensores y sistemas de protección a lo largo de la ciudad. Por otro lado, el aumento de la población va a traer consigo algunos problemas que pueden y deben ser atendidos con las nuevas innovaciones. Uno de ellos tiene que ver con la gestión de residuos. A través de la tecnología, se pueden instalar sensores que midan el sistema de llenado y planificar soluciones en tiempo real.

A todo lo anterior se suman proyectos como la movilidad inteligente. En él serán los vehículos sin conductor los que ocupen las carreteras, también inteligentes. Para ello, será necesario contar con redes de alta capacidad y velocidad, que sean capaces de recibir y producir una ingente cantidad de datos para que se produzca una comunicación eficiente entre entorno y coche. También destaca el Internet de máxima tecnología para hogares, con el que se pretende otorgar a los usuarios una conexión de alta velocidad sin necesidad de instalar fibras ópticas.

Otros servicios fundamentales como la sanidad también pueden sumarse al carro evolutivo. Actualmente, se están probando terapias físicas con realidad virtual. Para ello, se hace necesario contar con una buena latencia, que asegure poca tiempo de respuesta entre la emisión y la recepción de la señal. En definitiva, las smart cities buscan recoger y analizar datos, para poder adaptarse. Estos servirán para seguir mejorando las infraestructuras y servicios públicos, al mismo tiempo que se pretende guiar las ciudades hacia el urbanismo verde.

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