Una década. Ese es el tiempo que ha pasado desde que Square Enix anunciara Final Fantasy XV, su popular juego de rol más esperado y ambicioso hasta la fecha. Está disponible para PlayStation 4 y Xbox One; a continuación desgranamos al completo si la espera ha merecido la pena.
Una oda a la amistad
Todo Final Fantasy que se precie no se caracteriza por el sistema de combate que utiliza, las novedades a nivel jugable que puedan implementar sus creadores, sino realmente por una historia y personajes que sean capaces de transmitir emociones.
Con Final Fantasy XV Square Enix demuestra que siguen manteniendo unos estándares de calidad a la hora de narrar historias de una forma única, con una narrativa cuidada y siempre abierta a la sorpresa.
Noctis es el gran protagonista de esta aventura, toda una oda a la amistad. Mientras el heredero al trono se encuentra de viaje con sus mejores amigos, el reino es atacado comenzando así una cruenta batalla por usurpar al futuro rey su condición de máximo dirigente de Lucis. Sería entrar en spoílers si continuamos hablando del argumento, pues si por algo nos mantiene pegados a la pantalla cada entrega de la saga es por su adictivo guión y constantes giros argumentales.
Final Fantasy XV no iba a ser menos y desde el primer minuto nos sentimos involucrados con el grupo de amigos de Noctis. Todos y cada uno de ellos tiene su personalidad; sumando a la ecuación personajes secundarios igual de carismáticos, así como villanos que estarán a la altura, aunque sin destacar como en otras entregas de la marca.
Soplo de aire fresco en la saga
Llegamos al punto más polémico de Final Fantasy XV, su jugabilidad. Square Enix ha dejado de lado por completo los clásicos combates por turnos para centrarse de lleno en elementos que beben de obras como The Witcher 3: Wild Hunt, el elegido como Mejor Juego de 2016. Dicho esto, tenemos entre manos un título que apuesta por los enfrentamientos en tiempo real, pero tranquilos, que los fans más acérrimos de los combates tácticos también tendrán su oportunidad con el modo espera. Esta vertiente, y que podremos emplear utilizando los botones RB/R1 nos servirá para pausar la lucha y con ello tener una perspectiva mucho más amplia de los siguientes movimientos a realizar.
El combate es simple, pero atractivo; engancha y va de la mano de los espectaculares efectos especiales que presenciamos en pantalla. Las invocaciones, uno de los principales puntos clave de todo Final Fantasy también están presentes, al igual que la magia. Todo en en Final Fantasy XV está pensado para captar nuevos jugadores que nunca se habían adentrado en la franquicia, pero mantener bien agarrados a los que conozcan la saga desde hace años. Los menús, el sistema de habilidades, las opciones a la hora de subir de nivel o la exploración; todo guarda elementos clásicos pero actualizándose a los tiempos que corren.
Hablando de tiempo, ya podéis ir preparando bastantes horas por delante para terminar Final Fantasy XV. La obra de Square Enix puede irse perfectamente hasta las 30 horas de duración centrándonos tan solo en su trama principal, y eso tirando de la dificultad más bajo y como si de un auténtico speed-run se tratara. Si por el contrario queremos involucrarnos con el universo de Final Fantasy XV, completar sus misiones secundarias, explorar el vasto territorio que tendremos durante la primera mitad de la aventura, realizar tareas de todo tipo y un largo etcétera, el JRPG puede irse sin exagerar hasta las 100 horas.
Los tiempos cambian
Final Fantasy XV demuestra que los cambios son no solo necesarios, sino también sinónimo de que bien llevados convertirse en constantes puntos positivos. Renovarse o morir, ese parecía ser el lema de Square Enix tras el fiasco que supuso Final Fantasy XIII en la pasada generación.
Ahora tenemos entre manos el episodio de la marca posiblemente más occidentalizado de todos en cuanto a jugabilidad, pero conservando todo lo que ha llevado a la marca hasta la excelencia. Puede que no estemos ante el JRPG definitivo, tal y como muchos habían pronosticado, pero no cabe duda de que Final Fantasy XV es la primera piedra que encontraremos de cara a ver futuros cambios en el desarrollo japonés, una industria que desde hace años parece no tener claro su rumbo como en generaciones anteriores.
Un apartado visual sólido, deslumbrante y que sabe sacar partido como nunca de las actuales plataformas de Microsoft y Sony; una banda sonora cargada de épica; un argumento y desarrollo de personajes que atrapa desde que sus protagonistas hacen acto de presencia; además de una jugabilidad apta para todo tipo de usuarios son las principales bazas que hacen de Final Fantasy XV una de esas obras que amarás u odiarás. Si te encuentras en el primer grupo, enhorabuena, tienes por delante una de las más grandes aventuras jamás contadas.