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Los cielos temblarán: Diablo III ya CASI está aquí

MADRID, 4 (Jesús Delgado/Portaltic) Tras un larga espera, Diablo 'El Señor del Terror' vuelve a los PC de todo el mundo para revivir el género del saqueo de mazmorras y el exterminio de monstruos, llevándolo a un nuevo nivel. Han tenido que pasar la friolera de diez años para que sus desarrolladores, Blizzard, anuncien que la tercera parte del mítico ARPG 'Diablo' esté 'casi lista'. Tras probar la beta solo cabe preguntarse por qué semejante joya no está ya entre nosotros.

Lo cierto es que la primera pregunta que viene a la cabeza tras probar el título es: ¿de veras han tenido que esperar diez años para esto? Por un lado, los controles son los mismos (point n'click, apoyado por teclado numérico); por otro, parece que el desarrollo es el mismo, pues básicamente se trata de eliminar hordas de monstruos a base de espadazos, hechizos y flechas y, finalmente, tampoco parece que vayamos a darnos en las narices con unos gráficos tan asombrosos como los de sus cinemáticas.

Casi extraña que hayan tenido que pasar dos lustros trabajando para esto. Pero, claro, la segunda pregunta que sobreviene es: ¿Y qué más da?. A fin de cuentas, sabíamos a lo que veníamos: A repartir caña entre hordas y hordas de monstruos mientras nos dedicamos a saquear tumbas y cofres del tesoro y a hacer saltar cosas por los aires. 'Diablo III' no incumple su principal promesa: es un RPG con acción a raudales, un entorno tétrico medieval y montones y montones de opciones con las que diezmar a todos y cada uno de tus enemigos al tiempo que descubrimos hermosos y sorprendente escenarios.

Ahora bien, aquellos que pertenezcan a un perfil de gamer mucho más exigente, que quiere algo más que pinchar con el ratón y matar cosas, no tienen motivos para alarmarse. Porque la larga espera está más que justificada.

Como ya decíamos, una vez roto el hielo y sabiendo a lo que jugamos, nos llevamos unas cuantas y gratas sorpresas. La primera es el abanico de personajes con los que podemos jugar. Cinco en total y que, además, podemos seleccionar su sexo, variantes que condicionarán las líneas de dialogo durante la interacción con otros personajes del juego. Además, estas clases, como veremos, están bien diferenciadas en cuanto al tipo de juego que queremos llevar, ya sea en solitario o montando un grupo con amigos.

Por un lado tenemos al Mago y al Bárbaro, clases rescatadas de 'Diablo' 1 y 2 respectivamente, que son los polos opuestos. Uno es un lanzador de hechizos, experto en mandar a los monstruos al otro barrio envueltos en llamas y/o fritos con sus rayos, y el otro, un autentico 'badass' en cuyo manejo nos sentiremos igualitos al Conan de Schwarzenegger dando palos como un poseso. A ellos se les suman el Cazador de Demonios, un arquero-trampero, taimado y con el gatillo fácil; el Médico Brujo, inspirado en el Nigromante de 'Diablo 2', ya que cuenta con habilidades semejantes tales como levantar ejércitos de zombis o lanzar maldiciones; y el Monje, un experto en combate cuerpo a cuerpo que cuenta con funciones de sanador. Con semejante grupo, tan solo queda decidir cómo y con quién.

NUEVO SISTEMA DE EVOLUCIÓN.

Pero aún hay más. Blizzard ha rediseñado completamente el avance de los personajes para agilizar la jugabilidad. En las anteriores entregas, el jugador elegía dónde iban a parar sus puntos de habilidad para subir según qué atributo. Y lo mismo pasaba con los árboles de poderes, según que poderes adquiriéramos, nuestro personaje podría contar con una serie de habilidades, aunque fuera a expensas de otras a las que no podría acceder.

Esto ya no es así. A partir de ahora, la distribución de puntos es automática, basada en la clase de personaje y, atención, podremos tener TODOS los poderes. Pero ojo, solo nos permitirá disponer de un tope de éstos a la vez, el cual se irá incrementando con cada subida de nivel. El punto final de esta personalización viene de la mano de otro producto de Blizzard, 'World of Warcraft', del cual se han adaptado las opciones de profesión, con las cuales tendremos la posibilidad de personalizar a nuestro personaje con equipo único (armas, armaduras, joyas potenciadoras, pergarminos y pociones) que fabricaremos nosotros mismos.

Hablando de 'World of Warcraft', Blizzard se ha traído cositas de Azeroth a Diablo. Destacamos el sistema de subastas públicas a través de Battle.net por el cual podremos comerciar con otros jugadores, intercambiando objetos por dinero del juego. O también las opciones de chat y de multijugador gratuitas que permiten a grupos de jugadores competir entre sí dentro de minijuegos, ir juntos a mazmorras que requieren la cooperación de dos o más personas, o incluso organizar bandas de jugadores con estandarte y colores propios.

¿Pero y si no quieres jugar con nadie, sino que eres un lobo solitario? No hay problema porque a lo largo del juego podremos ir reclutando 'seguidores', personajes no jugadores que lucharán a nuestro lado, nos curarán y nivelarán la lucha a nuestro favor. ¿Quién dijo que mejor solo que BIEN acompañado? Y es que, honestamente, por sí solo, 'Diablo III' resulta lo suficientemente apetecible como para no querer compartirlo con nadie, aunque no dudamos que la experiencia en grupo vaya a ser todo un gozo.

En otro apartado, el técnico, debemos romper una lanza en favor de Blizzard. Es cierto que 'Diablo III' no cuenta con unos gráficos excepcionalmente realistas, pero es que con los efectos de luz que maneja, las perspectivas y el modelado final de localizaciones y personajes el cuadro que crea es sobresaliente, consiguiendo unos resultados muy buenos incluso con gráficas de gama medio-baja. Lo cual, añadido a los efectos de sonido, la música ambiental y el completo doblaje que se va a hacer al juego lo tendremos será una inmersión completa en una realidad gótico medieval oscura, en la que el terror campa a sus anchas, manteniendo la tensión en cada momento.

Todo ello se logra sin forzar las especificaciones técnicas de la máquina, a diferencia de otros títulos actuales del mismo género. La beta 'Diablo III' corre muy bien bajo máquinas de hasta cuatro años de antigüedad, sin por ello parecer mediocre, sino un producto acabado. Tanto, que al jugarlo casi parecía que estuviéramos disfrutando de una Demo del juego final, con prácticamente todas sus opciones disponibles.

Por último solo podemos acabar diciendo que hasta que veamos el juego completo no se puede hacer una valoración completa. Pero una cosa si hacemos caso de lo que hemos visto, 'Diablo III' va a ser el nuevo buque insignia de Blizzard. Y no es para menos porque como dice el dicho: lo bueno, se hace esperar.

Más información en: http://us.blizzard.com/diablo3

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