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Los cinco errores que cometen los empleados que trabajan desde casa

  • Esta práctica ofrece flexibilidad y comodidad a los trabajadores
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Vamos a hablar a continuación de todo aquello que cualquier usuario debería tener en cuenta en el momento de utilizar una herramienta de escritorio remoto. No importa si uno se encuentra de vacaciones, de viaje comercial o en casa: el teletrabajo es una realidad, y el acceso al ordenador de la oficina desde cualquier dispositivo y en cualquier momento ofrece una gran flexibilidad y comodidad, a la vez que puede resultar muy eficaz. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Tecnología Digital

Pero para que el teletrabajo sea un éxito es necesario emplear un software de escritorio remoto adecuado y que hagamos un uso correcto de él.

Estos son los cinco pecados capitales del teletrabajo que cualquier usuario debería tener en cuenta en el momento de utilizar una herramienta de escritorio remoto:

1. Descuidar la seguridad del software

Cuando se acceda de forma remota a informaciones y datos importantes de la empresa, la cuestión de la seguridad tiene una importancia vital. Los usuarios no pueden dejarse engañar por promesas publicitarias, sino comprobar detalladamente las cuestiones técnicas en cuanto a seguridad descritas por el proveedor. Una encriptación permanente, basada en un protocolo estándar, como, por ejemplo, el TLS -que se utiliza también para la banca online-, es imprescindible para realizar una conexión remota. Resulta igualmente necesario un procedimiento de autenticación seguro para poder inhibir el acceso de terceros.

2. Mal uso de contraseñas y códigos de acceso

Siempre es conveniente tratar de proteger al máximo las contraseñas personales y los códigos de acceso, pero más todavía cuando se utilizan sistemas de acceso remoto y pueden estar en riesgo todos los datos de la/s compañía/s para la/s que trabajamos. Uno de los errores más comunes sigue siendo tener en una nota en la pantalla del ordenador contraseñas de acceso o bien tener una clave demasiado corta o muy simple. La mejor solución es seleccionar una contraseña propia y extensa para cada acceso; oraciones y frases ligeramente modificadas pueden memorizarse con facilidad y ofrecen un alto nivel de seguridad. También puede resultar muy útil el uso de un administrador de contraseñas.

3. Descuidar el rendimiento

Teletrabajo a través de Internet puede ser una experiencia fascinante y extremadamente práctica, pero también algo frustante cuando aparecen latencias importantes y cuando las acciones se ejecutan con retraso en el ordenador remoto. A menudo, no es por culpa de la conexión a Internet -que suele ofrecer un ancho de banda suficiente-, sino que el atasco más bien se produce por la propia aplicación de acceso remoto. Al elegir un software de escritorio remoto, los usuarios deberían tener en cuenta aspectos como la velocidad del fotograma, la latencia y también el volumen de datos transmitidos durante la conexión.

4. Saltarse el departamento de RRHH y el comité de empresa

Especialmente en empresas grandes, el teletrabajo puede conllevar cuestiones empresariales y de derecho laboral. ¿Existe en la empresa un acuerdo con respecto al tema de la oficina doméstica, por ejemplo, en forma de convenio colectivo? Las normas de protección de datos y otras cuestiones regulatorias también tienen importancia y es necesario evaluarlas previamente para evitar problemas.

5. Manejo claro y fácil

El teletrabajo mediante escritorio remoto sirve realmente cuando funciona de forma simple y sin grandes obstáculos, sobre todo, si sus usuarios no son expertos informáticos. Así, se agradece que la solución de acceso remoto sea de manejo claro y fácil, y que contenga solo las características necesarias, de manera que las funciones más avanzadas o para usuarios profesionales como administradores o informáticos queden reservadas para estos y no hagan más pesada la solución de forma innecesaria.

Si superamos los cinco puntos anteriores, podremos disfrutar de la experiencia del teletrabajo dejando a un lado cualquier preocupación sobre la seguridad. Y así podremos centrarnos en lo importante, en responder a los objetivos marcados por la empresa con la máxima flexibilidad.

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