
Algunas de las principales telecos del mundo, entre las que se encuentra Vodafone y Telstra, se han interesado por formar parte del denominado Proyecto Loon, iniciativa que promueve Google y que pretende extender las conexiones a Internet en zonas remotas y de difícil acceso del planeta.
De esa forma, las desavenencias por motivos regulatorios que existen entre las telecos y el buscador estadounidense quedarán aparcadas ante el prometedor futuro que ofrece un sistema capaz de ofrecer conectividad por medio de miles de pequeños globos aerostáticos. Todos ellos poblarán la estratosfera, a 20 kilómetros del suelo, y actuarán como satélites moviéndose por el flujo uniforme de los vientos.
Google es el primer interesado en que grandes compañías de telecomunicaciones adopten la tecnología de Loon "para brindar conectividad hasta en el último rincón, ya que la infraestructura existente se podrá usar para proporcionar servicio de Internet a teléfonos celulares en áreas rurales y remotas", según indican fuentes del gigante de Mountain View.
Coste reducido
Google espera que su revolucionario proyecto sea capaz de ofrecer acceso a Internet a los dos tercios de la población mundial que todavía vive de espaldas a la red. En concreto, la compañía californiana confía en tejer una tupida red de globos en movimiento alrededor del paralelo 40 Sur. Estos aparatos disponen de autonomía para moverse durante 75 días seguidos, ya que utilizan la energía solar.
A simple vista, todo son ventajas. El coste de los globos solares del Proyecto Loon son muy reducidos, a pesar de que cada uno de ellos viaja con un equipamiento básico de telecomunicaciones a una altitud dos veces mayor que por la que circulan los aviones y deambulan los globos meteorológicos.
Basta una pequeña antena situada en cualquier sitio remoto para enlazar con los globos y recibir la señal de Internet. Inicialmente, se espera ofrece una conexión 22 Mbps a una antena en tierra y de 5 Mbps a un receptor en movilidad, de una tableta o smartphone.
Fuentes de Google explican el ingenio en su blog oficial: "En la estratosfera, hay muchas capas de viento que varían en dirección y velocidad. Según la dirección que deban tomar, los globos de Loon ascienden o descienden hacia las distintas capas de viento para movi- lizarse. Los usuarios pueden conectarse a la red de globos por medio de una antena especial para Internet que se conecta a las edificaciones. La señal rebota desde esta antena hasta la red de globos y, luego, en la señal global de Internet, en la Tierra.
Las telecos no renuncia a ofrecer conectividad en zonas remotas de Nueva Zelanda o ciertos países latinoamericanos, a pesar de las dificultades orográficas que impiden el despliegue de redes fijas y móviles, pero no así de este sistema de globos aerostáticos.
Diversas fuentes aseguran que Google acabará en los próximos meses las pruebas de su proyecto Loon con el empeño de lanzar el sistema a lo largo de 2015.