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Thiel: la beca por la que abandonar los estudios universitarios para emprender

Peter Thiel, fundador de PayPal. Imagen: Reuters.

Si te dan una beca Thiel eso tiene una parte buena y también otra algo menos buena como casi todo en la vida, ya sabemos. Por un lado, recibir esta ayuda significa que tienes menos de 20 años, algo realmente fantástico y condición indispensable para entrar en su programa, bautizado con el nombre de 20 under 20. Ser becario de Thiel significará también que eres un fenómeno, alguien brillante con una gran idea por desarrollar o con un proyecto tecnológico en marcha.

Encontrarte entre los elegidos por este señor también supone recibir de inicio 100.000 dólares para lanzar tu propuesta innovadora. No solo eso, para que todo vaya sobre ruedas, también contarás con el apoyo de una inmensa y valiosa red de contactos y de expertos de la fundación del mismo nombre: desde emprendedores tecnológicos a científicos pasando por inversores, líderes de opinión.

Ahora viene la peor parte: le tendrás que decir a tus padres que dejas el colegio o la universidad, que se olviden de presumir ante sus amigos de que estudias en Harvard, Princeton o la Complutense.

"Cuando creamos este programa de becas hace más de dos años, nuestra intención era ayudar a un pequeño grupo de jóvenes creativos a que aprendieran y consiguieran más de lo que ellos podían lograr de otra manera", explica el propio Peter Thiel en un comunicado. "A día de hoy, tenemos que decir que han superado nuestras mejores expectativas y que han inspirado a personas de todas las edades. A ellas les han recordado que cualidades como la curiosidad intelectual, la firmeza de carácter y la determinación son más importantes que un título universitario para conseguir el éxito en la vida".

El tal Peter Thiel no es otro que el creador del sistema de pago PayPal, el primer accionista externo de Facebook, el mismo que ha participado en las primeras etapas de desarrollo de Slide, LinkedIn, Friendster, Geni.com, Yammer, Yelp, Powerset? Imaginamos que, como todos hacemos, habrá eliminado del currículum sus errores e inversiones equivocadas. Todo ello, lo bueno y lo malo, le ha colocado entre las 400 mayores fortunas del mundo según el ranking de la revista Forbes. Él mismo incluye en su perfil que es conocido en Silicon Valley como el Don de la Mafia de PayPal.

Peter Thiel, originario de Alemania, pero que creció en California, sí concluyó la carrera de abogado en Stanford. Sin embargo, no debe de estar muy satisfecho de ello cuando propone ahora a sus pupilos abandonarlo todo por una idea. Y hasta el momento, lo cierto es que la fórmula no está funcionando del todo mal: las dos primeras generaciones de becarios Thiel han logrado inversiones externas para sus proyectos de más de 34 millones de dólares.

Como decíamos, la fundación que lleva su nombre elige cada año a 20 jóvenes que todavía puedan contar sus años con los dedos de sus manos y pies. Para la última convocatoria, recibió solicitudes y propuestas de emprendedores de todos y cada uno de los Estados de Norteamérica y de 49 países. Dos veces al año, los becados celebran reuniones -la última tuvo lugar a principios del pasado junio- en las que se analiza la marcha de cada idea y todo se pone en común.

Entre los candidatos de esta última edición, encontramos proyectos de todo tipo, siempre sobre vanguardia tecnológica o científica, ya sea de programación, robótica, telecomunicaciones, biotecnología, moda o educación. Así, Austin Russell, un californiano de 18 años, está desarrollando una tecnología de optoelectrónica que, entre otras metas, se propone abaratar los sistemas de detección de cáncer a través de un mapeado en tres dimensiones y de la proyección de hologramas interactivos de nuestro cuerpo. Daniel Zulla, de 19 años, de la ciudad alemana de Regensburg, trabaja en un nuevo sistema de seguridad que serviría tanto para servidores como para ordenadores. Por su parte, Christopher Walker, veinteañero de Maryland, está más interesado en los videojuegos que diseña, entre ellos uno dirigido a mejorar el conocimiento espacial.

Jim O'Neill, socio de Thiel en esta iniciativa, cree que "los jóvenes que reciben estas becas están comprometidos en mejorar la calidad de vida de incontables personas a través de la hábil ejecución de sus ideas". Como admite el vicepresidente de la Fundación, Mike Gibson, puede parecer una locura, pero los resultados están ahí. La nueva hornada de talentos 20 under 20 ya tiene las pilas puestas.

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