
Un mes después de que Facebook comenzase a cotizar en el Nasdaq la incertidumbre continúa en torno a la red social, que además de tener que lidiar con la caída del precio incial de sus acciones tiene varios frentes abiertos.
Justo un mes después de que la red social se encuentre cotizando, sus acciones han pasado de los 38,89 dólares iniciales a los 30 en los que ha comenzado la jornada de hoy.
Sin embargo en este mes la empresa no sólo ha visto cómo sus acciones caían, sino que ha tenido que lidiar con otros frentes que ponían en una situación poco agradable el panorama de la compañía.
La primera polémica llegó justo antes de que Facebook comenzase a cotizar, con el cambio de residencia de su cofundador, Eduardo Saverin. Desde EEUU acusaron a Saverin de que su residencia en Singapur se debía exclusivamente a un método para pagar menos impuestos en EEUU, algo que desmintió el propio cofundador alegando que ha estado viviendo en aquel país desde 2009.
Tras esa polémica, la compañía debutó en bolsa con un acogida decepcionante, sin embargo, el golpe más duro vendría la siguiente semana, cuando la acciones de la compañía se hundían. Ante las señales de fracaso y la falta de valor, Zuckerberg reaccionó comprando la compañía Karma, lanzando su propia aplicación fotográfica para smartphones, e incluso filtró que estaba trabajando en su propio terminal inteligente con antiguos ingenieros de Apple.
En ese camino de espinos, Facebook fue demandada por el crecimiento del precio de las acciones justo antes de la OPV, ya que los inversores consideraron que la empresa ocultó durante el proceso de promoción de la oferta, "una aguda y pronunciada bajada".
6 de junio, punto de inflexión
Para intentar ganar peso en bolsa saltó el rumor al mercado de que la red social podría comprar el navegador Opera por 800 millones de euros, otra estretegia de la compañía para intentar sumar valor que hicieran levantar a sus acciones, que por entonces se aproximaban a los 28 dólares. Aún así, pese a esta caída, la compañía siguió descendiendo hasta tocar su mínimo el 6 de junio, cuando sus acciones llegaron a valer 25,61 dólares, aunque acabaron la jornada en 26.81.
Ante la perspectiva negativa, otras startups frenaron sus intenciones de salir a bolsa, e incluso no fueron pocos los analistas los que comenzaron a vaticinar la poca viabilidad de la compañía, a la que incluso le llegaron a poner fecha de caducidad.
Sin embargo, el clamor de los inversores se fue aplacando después de que Nasdaq anunciase que crearía un fondo para indemnizar a aquellos a los que hubiese afectado los fallos técnicos en la operación de salida, coincidiendo casi con la intención de la compañía de ampliar su público a menores de 13 años, y la salida oficial de la tienda de aplicaciones móviles de Facebook, reforzando así uno de los pilares en los que cojeaba la red social.
La última buena noticia para Facebook vino de la mano de la keynote de Apple en el WWDC, ya que entre las 200 novedades que incluye el nuevo sistema operativo de los de Cupertino, iOS 6, sobresale la integración de Facebook en el sistema.
El último problema
Desde ese 6 de junio, las acciones continúan subiendo, aunque aún se encuentran lejos de los más de 38 dólares iniciales con los que salió al Nasdaq hace un mes. Pese a esta buena perspectiva, Facebook se sigue enfrentando a problemas, como la salida del director de tecnología, Bret Taylor, de la empresa.
Taylor aseguró ayer que se mostraba "triste por tener que irse pero muy emocionado de comenzar una nueva compañía. Si bien una transición como esta nunca es fácil, estoy muy confiado en el equipo que tenemos", comentó a la BBC.