Samsung lanza hoy en España su última novedad en tecnología wearable, el Gear S, el primer smartwatch del mercado que no necesita estar conectado a otro teléfono ya que incorpora una tarjeta SIM en su interior.
Durante la presentación del producto, Celestino García, vicepresidente de telecomunicaciones de Samsung España explicó que su independencia convierten al Gear S en un semismartphone pues está "diseñado para ser libre".
Cuenta con una pantalla curvada Super AMOLED de 2 pulgadas, una batería de 300 mAh, con la que la compañía promete una autonomía de 1 o 2 días, en función del uso; además, cuenta con conectividad 3G, WiFi y Bluetooth.
El dispositivo tiene un procesador Dual-Core a 1 Ghz, 512 Mb de memoria RAM y 4 GB de memoria interna. Además, cuenta con acelerómetro, barómetro, giroscopio, sensor geomagnético o incluso sensor de luminosida, que permiten hacer del dispositivo un gadget completamente autónomo con las diversas aplicaciones que incorpora. Aún así, se puede sincronizar con el móvil para recibir llamadas, correo, menciones sociales u otras funciones.
Gracias a su gran tamaño, uno de los más grandes del mercado, el Gear S permite usar diferentes teclados, incluyendo el QWERTY para contestar mensajes o marcar direcciones, aunque también se puede manejar gracias a los comandos de S Voice.
El dispositivo corre sistema operativo Tizen, una opción que permite "hacer el sistema lo más transparente y simple posible", según comentó en la presentación García.
El Gear S está desde hoy disponible en las tiendas, así como en su página web por 399 euros, pudiéndose elegir en dos colores, blanco o azul oscuro.
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