Apple se juega el tipo. Lo viene haciendo cada vez que presenta un nuevo producto, pero ahora mucho más. Por lo pronto, el listón se encuentra en las alturas. Sus más directos competidores han trabajado mucho y bien con sus respectivas propuestas tecnológicas.
El mejor ejemplo lo protagoniza Samsung, primer fabricante de móviles del mundo y orgulloso padre del Galaxy S3, smartphone cuyas ventas ya superan los 20 millones de unidades en apenas tres meses en los escaparates. En tan corto espacio de tiempo, ningún iPhone ha sido capaz de alcanzar semejante registro. Aunque sólo sea por eso, la rivalidad entre ambos gigantes promete ser apasionante.
La expectación en torno al móvil de Apple obliga al conjunto de la industria a contener la respiración ante la nueva criatura de la firma de la manzana. Se trata del primer producto gestado en ausencia de Steve Jobs, fundador y alma máter de la compañía fallecido el 6 de octubre de 2011, dos días después de la presentación del iPhone 4S. Como es costumbre en Apple, nada se conoce sobre el contenido de la presentación del próximo miércoles.
Nadie puede asegurar con absoluta convicción que los directivos de Cupertino vayan a desvelar el iPhone 5 o, quizá, el Nuevo iPhone (terminología ya puesta en marcha con el iPad). Por lo tanto, todo lo que se pueda decir sobre el móvil de Apple forma parte del terreno de la especulación.
Sobre las nuevas baterías, la prensa económica coreana asegura que llevará los sellos de la compañía china Amperex Technology y de la japonesa Panasonic. Este elemento será estratégico en un producto que siempre ha cojeado ante las crecientes exigencias de los usuarios.
Respecto a la pantalla táctil, los expertos apuestan por la tecnología de LG Display, en perjuicio de Sharp. Una presunta filtración sobre el nuevo dispositivo muestra un equipo de cuatro pulgadas, con una carcasa cuyas esquinas parecen redondeadas.
La rumorología indica que el nuevo iPhone será más fino que sus antecesores, con mayor autonomía, con prestaciones audiovisuales más avanzadas y quizá con una entrada micro USB. Esto último sería poco menos que revolucionario en la firma estadounidense, siempre ajena a los estándares del resto de su sector. También, dentro del terreno de lo probable, algunos observadores confían en que la presentación en el Yerba Buena Center incluya el anuncio del nuevo iPad mini, una tableta de poco más de siete pulgadas cuyo formato podría gozar de gran predicamento en el mercado.
Nueva tableta
Este equipo sería extraordinariamente liviano y costaría menos de 200 euros, para así competir con otros productos de sus más directos competidores en ese segmento. Sin duda, este equipo sería el protagonista del tradicional One more thing (una cosa más) al que tenía acostumbrado Jobs a sus fieles en todas apariciones para lanzar nuevos productos.
Lo que parece claro es que la cercanía de la campaña navideña anima a la compañía estadounidense a descubrir los encargos que millones de personas de todo el mundo realizarán a Santa Claus dentro de poco más de cien días.
¿Qué podemos esperar del iPhone 5?
