Sucesos

Un maquinista: "Somos humanos... espero que no haya muertos que caigan sobre mi conciencia"

El accidente se ha cobrado al menos 77 vidas. Imagen: EFE

Uno de los maquinistas que quedó atrapado en la cabina del convoy tras el accidente que se produjo ayer en Santiago pudo comunicarse con la estación cuando todavía no sabía si había fallecidos. Según la información del diario El País, en esa conversación reconoce que sobrepasaba la velocidad permitida para el tramo de vía por el que circulaban y lamenta su error esperando que sobre su conciencia no cayera ninguna muerte. Siga en directo la última hora sobre el accidente de tren de Santiago

Según las fuentes de la investigación a las que ha podido acceder dicho diario el maquinista no dejaba de repetir "¡Somos humanos! ¡Somos humanos!" momentos después de que se produjera el trágico suceso y todavía sin conocer si había muertos como consecuencia del accidente. "Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia", se lamentaba por la radio.

A pesar de que las señales de la zona del siniestro no permitían sobrepasar los 80 kilómetros por hora, el conductor reconoció que viajaban al doble, a 190, si bien no precisó las razones de por que lo hacían a esa velocidad. Las investigaciones determinarán si se trató de un fallo técnico o de un fallo humano pero todo indica que el tren no frenó lo suficiente para entrar a la curva cerrada y complicada en la que finalmente acabó descarrilando.

La curva del accidente

Y es que dicha curva es bien conocida por todos los usuarios que frecuentemente realizan el viaje entre Madrid y Ferrol, ya en el día de la inauguración del trayecto el tren dio unos bandazos al pasar por el lugar del accidente. Después de más de 80 kilómetros de línea casi recta de AVE desde Orense en ese lugar es donde se nota por primera vez un cambio de dirección. Ese día muchos pasajeros se desequilibraron metiéndose el miedo en el cuerpo e instalándose la preocupación por la dureza de la curva.

Además, en ella el tren utiliza parte del trazado antiguo, una vía que se construyó durante el franquismo y conecta las ciudades de Orense y Santiago de Compostela. Aunque esa línea antigua fue ampliada pierde parte de las características de la Alta Velocidad. La curva del accidente no es la única zona en la que se alternan tramos de AVE con tramos de características inferiores y el Alvia, el tren más rápido que circula por Santiago, viaja por distintos trazados.

En su camino hacia Galicia viaja por tramos de vía de AVE y de vía convencional, cuando llega a Orense se incorpora a la línea de AVE para cambiar otra vez a un trayecto antiguo en la entrada a Santiago. En ese momento el tren debe frenar su velocidad hasta los 80 kilómetros por hora para encarar la curva en la que se produjo el accidente. El frenazo es bastante brusco, se pasa de 200 kilómetros por hora a 80 en un corto lapso de tiempo.

En el tramo en donde se produjo el accidente funciona un sistema de Anuncio de Señales y Frenado Automático (ASFA), un mecanismo que detiene el tren si el conductor no respeta lo que indican las señales. Este sistema es de control puntual, sólo actúa en determinados puntos señalados por lo que es necesario una supervisión continua del transporte por parte de los maquinistas.

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