Bill Gates ha sido una de las caras más visibles de esta crisis provocada por el Covid porque él predijo la pandemia y porque ha contribuido a paliarla a través de la donación de cientos de millones a través de la fundación que tiene con su mujer, Melinda. Una acción filántropa que debe a su padre, el hombre que le enseñó a ser generoso y que murió la semana pasada de Alzheimer, tipo de demencia que celebró su Día internacional el 21 de septiembre.

Filantropía

El confundador de Microsoft ha querido agradecer las enseñanzas de su padre a través de la publicación del obituario familiar en su medio Gates Notes y unas palabras de cariño del propio Gates. "En sus 94 años, Bill creó un legado imponente como abogado, filántropo y activista", explica la necrología. "Para su familia, era un amado esposo, padre y abuelo que fue un ejemplo de lo que significa ser un ciudadano modelo y un hombre profundamente decente. Para muchos en la comunidad, fue un modelo inspirador, un asesor de confianza y un amigo leal. Su sinceridad, humor, accesibilidad y consideración le valieron legiones de admiradores y lo hicieron muy efectivo en su trabajo y sus esfuerzos cívicos y filantrópicos", añade.

"La influencia de mi padre en nuestra filantropía fue igualmente grande. Durante mi niñez, él y mi mamá me enseñaron con el ejemplo cómo se veía la generosidad en la forma en que usaban su tiempo y recursos", explica Gates a título personal.

La creación de la fundación

Los valores de la fundación Bill y Melinda Gates, la plataforma que ha liderado las donaciones y las ayudas para paliar la crisis del coronavirus, son el resultado del espíritu del padre de Bill Gates. "La Fundación Bill y Melinda Gates no sería lo que es hoy sin mi papá. Más que nadie, dio forma a los valores de la fundación. Fue colaborador, juicioso y serio sobre el aprendizaje. Era digno, pero odiaba todo lo que parecía pretencioso", explica su hijo.

"Defendió el lema de la fundación todas las vidas tienen el mismo valor en todas las formas posibles"

En concreto, el padre del multimillonario creó Gates Cambridge Scholars Trust y dirigió las principales inversiones de la fundación en servicios humanos, educación y cultura en el noroeste del Pacífico. "Se apresuró a llorar cuando vio sufrimiento en el mundo y nunca permitió que nadie olvidara a los seres humanos detrás de las estrategias de la fundación. Vio lo mejor en todos, hizo que todos se sintieran especiales y defendió el lema de la fundación todas las vidas tienen el mismo valor en todas las formas posibles".

Unos valores que, además, experimentó desde niño durante su época en los Boy Scouts, donde aprendió su primera lección sobre el poder de las personas que trabajan hacia un objetivo común. Y de joven durante su estancia en Japón durante la posguerra: "le brindó una de sus primeras oportunidades para considerar nuestra humanidad compartida y su capacidad para unir a las personas independientemente de sus antecedentes", explica.

El valor de la ley e impuestos progresivos

William H. Gates II se licenció en derecho por la Universidad de Washington y terminó fundando K&L Gates, una de las firmas de abogados más grandes del mundo. Una empresa que participó desde el principio en la industria tecnológica de la región.

El obituario de la familia dice que durante el desarrollo de la carrera profesional Gates padre siempre creyó en el poder de la ley para ayudar a las personas y hacer cambios para mejorar: "Sus colegas admiraban su integridad, confiaban en su inteligencia y buscaban su consejo". Unos principios que, además, le llevaron a ser uno de los abogados más respetados de Seattle y uno de los líderes cívicos más venerados de la ciudad.

Así, cuenta la familia, se desempeñó como fideicomisario de numerosas organizaciones, presidió el impuesto a las escuelas públicas de Seattle y "fue un defensor visible de los impuestos progresivos, incluido el inicio de un impuesto estatal sobre la renta para los muy ricos y el mantenimiento de un impuesto sobre el patrimonio, reflejo de su profundo compromiso con la equidad social y económica", explica.

Una educación basada en la confianza y la libertad

Bill Gates cuenta de su padre que él no era un hombre ni prescriptivo ni dominante y siempre le empujaba a probar cosas que odiaba o que pensaba que no podía hacer como el fútbol. Además, le transmitió una gran ética del trabajo y, sobre todo, un amor y apoyo incondicionales. "Estoy seguro de que esa es una de las razones por las que me sentí cómodo tomando grandes riesgos cuando era joven, como dejar la universidad para comenzar Microsoft con Paul Allen. Sabía que estarían de mi lado incluso si fallaba", explica Gates.

El confundador de Microsoft también aprovecha este homenaje a su padre para recordar la carta que este le envío en su 50 cumpleaños donde el padre de Gates decía: "les he advertido a usted y a otras personas sobre el uso excesivo del adjetivo increíble para aplicarlo a hechos que no cumplían con su alto estándar. Esta es una palabra con un gran significado para usarse solo en entornos extraordinarios. Lo que quiero decir, aquí, es simplemente que la experiencia de ser tu padre ha sido... increíble".

"Sé que él no querría que yo abusara de la palabra, pero no hay peligro de hacerlo ahora. La experiencia de ser hijo de Bill Gates fue increíble. La gente solía preguntarle a mi padre si era el verdadero Bill Gates. La verdad es que él era todo lo que intento ser. Lo extrañaré todos los días", termina Gates en su homenaje.

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