En julio de 2001 un juez ordenó el cierre de los servidores Napster para prevenir la violación de derechos de autor. Era la primera gran red P2P de intercambio de archivos de música (en formato MP3), creada en 1999 por Sean Parker y Shawn Fanning.
Napster aceptó pagar a las empresas discográficas 26 millones de dólares por daños y otros 10 millones de dólares por futuras licencias, pero en septiembre de 2001 prácticamente había desaparecido.
Perdió en los tribunales, pero en apenas dos años la compañía había logrado hundir la industria musical.
A esta le costó recuperarse, pero para entonces, a mediados ya de la primera década del nuevo siglo, los formatos físicos habían perdido todo su empuje frente a las descargas de MP3 y sobre todo el creciente formato de streaming.
Sin embargo, al contrario de lo que ocurre con los formatos de imagen -con el VHS primero y el DVD y Blu-ray más tarde-, el formato físico musical ha vuelto a cobrar fuerza en los últimos años. No solo se niega a morir, sino que está dispuesto a imponerse.

Ya en 2018 CDs y vinilos generaron más ingresos (el 12%) que las descargas digitales de música en servicios tipo iTunes (el 11%). Más aún, según datos de la Recording Industry Association of America (RIAA), en 2019 se vendieron, por primera vez desde 1986, más vinilos que CDs.
Según las cifras recabadas por esta asociación de la industria musical estadounidense, solo en la primera mitad de 2019 la venta de vinilos creció un 12,9% con respecto al año anterior. Solo en Estados Unidos se vendieron más de 10 millones de vinilos, lo que supone nueve veces más que en 2010.
Aunque todo apunta a que no se trata solo de nostalgia por el vinilo, sino por el propio formato analógico frente ante lo intangible y superficial que suponen los formatos digitales. Así, si en el Reino Unido se superaron los 4,3 millones de vinilos vendidos en 2019 -manteniendo más de una década de crecimiento-, también se despacharon alrededor de 90.000 copias de música en cintas de casete.

A los que apuestan por el vinilo por su superior calidad de sonido se suman aquellos a los que no les importa volver a pagar un poco más a cambio de obtener algo tangible, algo que poder tocar, guardar y compartir, frente a la fugacidad y volatilidad del mp3 o más aún el streaming (que pese a todo, sigue suponiendo el 80 por ciento de los ingresos de la industria musical).
Para los que necesiten renovar su giradiscos para seguir disfrutando de su colección de vinilos, o para aquellos que quieran iniciarse en este formato, repasamos a continuación los mejores modelos de alta gama que han llegado al mercado en los últimos meses.
Cambridge Alva TT

Ha sido elegido por diversas publicaciones como el mejor giradiscos de alta gama en lo que va de año. Su nombre es un homenaje a Thomas Alva Edison, inventor del fonógrafo. La base superior está hecha de aluminio y tiene un acabado elegante y atractivo, con un plato de polioximetileno que asegura la máxima estabilidad.
Además, se trata de un modelo de tracción directa -raro en este rango de precio- que mejora la estabilidad y la precisión con respecto a los modelos de correa. Y por si fuera poco, permite la conectividad Bluetooth con un alcance de hasta diez metros (1.699 euros).
Technics SL-1210MK7

Otro modelo recomendado para los melómanos más exigentes, heredero de lo mejor de su hermano mayor, el modelo SL-1200G, como el eje y el plato. Cuenta también con mecanismo de tracción directa y un plato de aluminio fundido que ofrece alta rigidez y amortiguación en un tocadiscos que alcanza casi los diez kilos de peso (934 euros).
Rega Planar 1 Plus

Rega es una marca de referencia en el sector, y el Planar 1 Plus es tal vez el modelo que ofrece mejor relación calidad/precio. Marca de la casa es su atractivo y elegante diseño, minimalista y funcional (disponible en negro o blanco), fabricado en resina fenólica termoestable.
En cualquier giradiscos es importante que tenga un peso mínimo, y este Planar 1 Plus es más pesado de lo que aparenta. Incorpora un preamplificador integrado que ha recibido un premio por su gran calidad (499 euros).
Audio Technica AT-LP5X

Audio-Technica, otra firma popular en el mundo de los giradiscos, ha presentado este año esta actualización de su modelo más aplaudido, el LP5, que aúna un atractivo diseño con una exquisita calidad de sonido.
Entre las principales novedades se encuentra el amplificador que incorpora, así como un puerto USB para posibles copias digitales de los vinilos. Frente al LP5 original, el nuevo modelo añade también la velocidad de 78 RPM a las 33 y 45 previos. Por otro lado, una novedad aún más relevante es la versatilidad que ofrece al soportar cápsulas MM y MC. No falta el correspondiente puerto USB para digitalizar vinilos (349 euros).
Sony PS-HX500

Aunque no se trate como en otros casos de una marca especializada en tocadiscos, la casa japonesa es siempre sinónimo de calidad y versatilidad; apostamos sobre seguro. Algo por debajo del nivel del Technica AT-LP5X, este modelo ofrece todo lo necesario para disfrutar de nuestra música favorita con un sonido cálido y un diseño minimalista.
Cuenta con control para la velocidad, un interruptor de encendido/standby y preamplificador de buena calidad, además de conectores RCA, salida tierra, salida línea/phono y puerto USB. No obstante, la mayor diferencia respecto a otros modelos de gama similar es su capacidad para convertir directamente la música de los vinilos en archivos digitales de alta definición (399 euros).
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