
En los 80, plantearse qué índice de protección solar, textura, ingredientes, aromas, formato y marca elegir, era tan descabellado como imaginar que en los 2000 iríamos en turismos voladores.
Ahí la cuota de mercado se la disputaban entre Nivea y Delial, y las franjas numéricas, daban pocos quebraderos de cabeza.
Pero los años fueron pasando y las cifras que acompañaban a las siglas SPF iban aumentando de forma directamente proporcional a los estudios científicos que se iban gestando sobre la materia: a más estudios, subía un dígito el índice de protección.
Sucumbimos a la 'protección total' atemorizados por el significado del capital solar: demasiados años de excesos que habían arrasado con todas nuestras reservas de defensa innata, el temor a posibles carcinomas y a un envejecimiento prematuro caló hondo en las mentes más timoratas hasta el punto de convertir los fotoprotectores en producto esencial de la rutina de cuidado diario.
Y la pregunta es, ¿son todos iguales? Mucha información y demasiadas opciones en el mercado.
Ahora no solo tenemos que velar por la salud y la integridad de nuestra piel, sino por el equilibrio de los ecosistemas marinos y la supervivencia de los corales, muy afectados a causa del daño provocado por las sustancias químicas nocivas presentes en muchos protectores solares.
Plantearse qué producto elegir, puede ser más complicado que desarrollar una tesina. No son todos iguales, aunque sí cumplen la misma función: protegernos de los efectos dañinos del sol, incluso algunos van más allá y también hacen de escudo contra la polución o la tan manida luz azul, la que desprenden los dispositivos electrónicos.
Para moverse como pez en el agua en la nada sencilla tarea de elegir protección solar adaptada a nuestras necesidades y gustos, con estas pequeñas pistas bastará:
Para usuarios avanzados: los 'Booster'
Es ese perfil de consumidor exigente que sabe bien lo que quiere porque para eso se lo ha estudiado antes. Concienciado y sabedor de cuáles son sus necesidades y gustos, a este tipo de consumidor algo tan avanzado como los booster no le deja ojiplático, sino todo lo contrario, porque este tipo de fórmulas versátiles pueden crear un protector solar como un mago saca un conejo de la chistera: haciendo ¡chas!
Se trata de esas gotas inteligentes, como v6.8 Tan Pro de Sepai o Sun Drops de Barbara Sturm, unos elixires similares a un serum que enriquecen tanto una crema de día como un bálsamo corporal, al tiempo que aportan gota a gota el ansiado índice de protección.
V6.8 Tan Pro de Sepai en perfumería Benegas , tiene la particularidad de que aumenta la producción de melanina en un 180% gracias al Palmytol Tripeptide 40, un nuevo péptido acelerador del bronceado que mejora y mantiene el tono dorado; junto al complejo Extreme Protector, a base de Thermus Thermophilus, obtenido mediante un proceso de fermentación, rico en extremo-enzimas que aseguran una fotoprotección global contra el daño de los rayos ultravioleta, además de ser efectivo frente al envejecimiento producido por los rayos infrarrojos; y Vegandha, que no, no se trata del último adaptógeno extraído del Ayurveda, sino de la versión vegana, sostenible y de resultados ultra naturales del DHA, la clásica molécula que antaño nos autobronceaba con ese característico tono Cheetos. Con todo, este magnífico del buen tono nos aporta buen color antes de la exposición, nos protege durante y nos alarga el tono obtenido después con tan solo unas gotas…
Sun Drops de Barbara Sturm (en Pure Niche Lab ) es un innovador suero solar de textura ligera que se puede mezclar con las cremas de tratamiento, además de una protección SPF 50 de amplio espectro contra los rayos UVA (los que causan el fotoenvejecimiento) y UVB (los culpables de las quemaduras solares), nos asegura nutrición y protección de la piel contra el envejecimiento prematuro gracias a su complejo activo de vitamina E y beta-glucanos (protegen contra el daño oxidativo), y verdolaga, de acción antioxidante y antiinflamatoria que ayuda a calmar la piel y a reducir los signos visibles de irritación.
Para los eco-friendly: fórmulas naturales, respetuosas y minerales
Desde que saltó a la palestra que muchos filtros químicos (presentes en la mayoría de protectores solares clásicos), podían ser disruptores endocrinos además de grandes destructores del ecosistema marino, la euforia por los filtros minerales (también denominados físicos, a base de óxido de zinc y dióxido de titanio) se desató.
¿El problema? No tenían una galénica muy apetecible ya que dejaban una densa capa blanca que por más que se frotaba, no llegaba a desaparecer. Pero los tiempos cambian y las fórmulas evolucionan, ahora la protección solar mineral y orgánica es como un caramelito en dulce: cortés con la salud de la piel y amable con el Medio Ambiente a partes iguales.
La californiana Coola (en Isolée ) además de la mar de sensorial con sus aromas tropicales a coco, piña colada o guayaba y mango, cumple los rigores de la tendencia Farm-to-skin, ya que desarrolla sus productos a partir de fuentes orgánicas, sostenibles y de origen local, con más de un 70% de ingredientes orgánicos certificados como pepino, algas, extracto de fresa o aceite de frambuesa, cargados de puro alimento para la piel, como los ácidos grasos Omega 3 y 6. Presumen de un complejo patentado: Plant Protection®, con activos como el aceite de Buriti o el extracto de Nopal o chumbera, ricos y curativos, que refuerzan y protegen la barrera cutánea al tiempo que nutren y suavizan la piel.
Salvaguardar la vida marina es uno de los propósitos del nuevo HydroLotion de Isdin, un innovador fotoprotector bifásico SPF 50 de doble acción que, además de su fórmula sea-friendly (con ingredientes inorgánicos y biodegradables), detoxifica y revitaliza la piel expuesta al sol gracias a la acción purificante y antioxidante del alga Chlorella, mítica en los planes detox de.
Para 'beauty freaks' y 'trend-setters': formatos 'Instagram-like'
Son los que buscan soluciones sibaritas, con un punto glamuroso y vistoso pero con grandes formulaciones detrás embellecedoras de la piel.
La recién llegada que según apareció entonó el Veni Vidi Vinci, es Darling (en Laconicum ), con un nombre encantador que lo dice todo, además de un olor muy 'vacacional' (a Monoï, un macerado de Gardenia Tahitiana en aceite de coco). Esta marca italiana solo cuenta con cuatro referencias: Protezione Media Spf 15-20; Alta Protezione 30-50; Attivadore y Doposole.
Solo pronunciar sus nombres es como entonar el O Sole Mio en plena costa amalfitana. Pero esas cuatro referencias ofrecen todo lo necesario para encarar la exposición solar: un activador del bronceado para los que más les cuesta pillar moreno; dos escalas de protección: media y alta; y un post solar o after sun en anglosajón, que además de prolongar el bronceado, calma, cura y rehidrata la piel gracias al bálsamo de limón, la camomila, el mentol, la vitamina E y la Cola de Caballo.
Porque la norma de este tipo de usuarios es sentirse atraídos por texturas o fórmulas inéditas, como la bifásica oleoacuosa de Hydro Oil SPF 30, uno de los últimos lanzamientos de Isdin, desarrollado con la tecnología Pro-Melanin, que además de broncear un 43% más, controla la producción de melanina para obtener un bronceado bonito y uniforme.
Porque las típicas 'manchas' o hiperpigmentación a consecuencia del sol, es otro de los grandes escollos estéticos que más nos preocupa. Un problema complejo de difícil solución. Hasta ahora. Cada vez se investiga más sobre la actividad de la melanina y la pigmentación irregular, con resultados muy prometedores.
Un ejemplo es el novedoso Heliocare 360 Pigment Solution Fluid SPF 50+ de Cantabria Labs , un protector solar facial específico contra las radiaciones que provocan pigmentación (como los UVA y la luz azul derivada de dispositivos electrónicos), con dos activos prometedores: Niacinamida, uno de los ingredientes cosméticos de moda por su versatilidad, es antiinflamatorio, controla la hiperpigmentación, reduce la degradación del colágeno y potencia la luminosidad; y el Ácido Elágico, que ha demostrado inhibir la enzima responsable de la síntesis de melanina.
Para los más sensibles: SPF en píldora
La protección solar oral (la administración por vía interna de activos y sustancias que robustecen nuestras defensas y la respuesta de nuestra piel ante la radiación solar), es una alternativa que cada vez está cogiendo más fuerza a pesar de que, según los informes de mercado, la sociedad española sigue siendo muy reticente al consumo de suplementos.
Pero lo cierto es que este refuerzo interno es un complemento perfecto a la fotoprotección externa, especialmente en casos de pieles atópicas o con problemas de psoriasis, rosácea o vitíligo, ya que, la protección solar oral, permite reforzar el sistema inmunológico, evitando las inflamaciones de la piel que provocan a su vez tirantez, picores y otras molestias.
Una de las pioneras fue Cantabria Labs con su complejo patentado Fernblock@, un exclusivo extracto estandarizado de Polypodium Leucotomos, un helecho tropical originario de América Central, que en su paso de la vida acuática a la terrestre desarrolló mecanismos de autodefensa y reparación frente al sol, otorgando una potente acción protectora, antioxidante y reparadora.
Las cápsulas Heliocare 360º D Plus son el último lanzamiento de la marca, una fórmula enriquecida con vitamina D, E y Niacinamida, que neutralizan y reparan el daño solar, además de contrarrestar las rojeces producidas por el sol.
Repaskin Helioses de Laboratorios Sesderma es otro de los nuevos lanzamientos de la temporada, que también incluye el helecho Polypodium Leucotomos, pero a través de un innovador sistema de Chitosomas encapsulados que mejoran su biodisponibilidad, con una potente acción antioxidante que, según numerosos estudios, puede contrarrestar y reparar la mayoría de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta, incrementar la resistencia de la piel frente al eritema solar, además de promover la síntesis de colágeno, elastina y glicosaminoglicanos, como el ácido hialurónico, para reforzar la estructura dérmica.