Sociedad

2017 termina con un 44% menos de lluvias de lo normal y siendo el año con más incendios en una década

El año 2017 termina con un déficit de lluvias del 44 por ciento en el primer trimestre del año hidrológico y con los embalses al 38,1 por ciento, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

En concreto, el valor medio nacional de precipitaciones en el primer trimestre del año hidrológico -que comenzó el 1 de octubre- hasta el 26 de diciembre no ha llegado ni a la mitad de lo normal, ya que se han recogido 125 litros por metro cuadrado de media, que supone un 44 por ciento menos de lluvias de lo normal para este periodo, que son 224 litros por metro cuadrado, según la AEMET.

Así, en la tercera semana de diciembre, del 20 al 26, las precipitaciones se extendieron por la mayor parte de la Península y Baleares, aunque no llovió en algunas zonas del litoral Mediterráneo y Canarias.

En concreto, la AEMET señala que se acumularon más de 10 litros por metro cuadrado en la franja norte de la Península, desde Galicia hasta el noroeste de Aragón, en el sistema Central y noroeste del sistema Ibérico, en zonas al oeste y nordeste de Castilla-La Mancha, diversas áreas de Extremadura y del centro y suroeste de Andalucía, así como en un área al norte de Mallorca.

Si bien, se han recogido más de 40 litros por metro cuadrado en una zona del noroeste de la provincia de León, en la sierra de Grazalema (Cádiz), así como en extensas áreas de Galicia, donde se pasó de 60 litros por metro cuadrado en el suroeste de La Coruña y en el oeste de Pontevedra.

En concreto, la AEMET destaca las precipitaciones acumuladas en observatorios principales como Vigo-Peinador, 42 litros por metro cuadrado; Santiago de Compostela-Labacolla, 37 litros por metro cuadrado; Pontevedra, 33 litros por metro cuadrado; Santander, 23 litros por metro cuadrado y 22 litros por metro cuadrado se recogieron en Gijón-Musel y Huelva.

Más allá del periodo contabilizado, el 27 de diciembre, coincidiendo con la borrasca profunda 'Bruno', las precipitaciones pasaron de 10 litros por metro cuadrado en zonas de Galicia, regiones cantábricas, Pirineo occidental, sierra de Grazalema y sur de Jaén, y se acumularon más de 30 litros por metro cuadrado en el Pirineo navarro y diversas áreas del País Vasco.

Por zonas, ha llovido más de lo normal tan solo en un área que abarca desde el oeste de Asturias hasta el extremo noroeste de Navarra, en una zona del interior de la provincia de Granada y en el extremo oriental de la isla de Mallorca. De hecho, este superávit es de más de un 25 por ciento del valor normal en zonas de Cantabria y del norte del País Vasco.

Por el contrario, en la mayor parte del territorio las precipitaciones siguen por debajo del 75 por ciento de su valor normal. Incluso, no ha llovido ni el 25 por ciento de lo habitual en el levante peninsular y mitad sur de Aragón, en el pirineo gerundense, en el sur de las islas de Tenerife y Gran Canaria y en la isla de La Gomera.

El déficit de precipitaciones acumulado se suma al año hidrológico anterior (1 de octubre de 2016 a 30 de septiembre de 2017) que fue "muy seco" en el conjunto de España y el octavo con menos precipitaciones desde 1981. Entre unos meses y otros, el balance hídrico terminó con un 15 por ciento de déficit de lluvias respecto a los niveles normales que convierten a ese ejercicio como un año "muy seco próximo a seco", según ha indicado a Europa Press la portavoz de la AEMET, Ana Casals.

La acumulación de déficit de lluvias ha llevado a los embalses este año albergar el menor volumen de agua de este siglo y a ser el tercero con menos agua desde 1990, solo por detrás de 1994 y 1995.

De este modo, a fecha de 26 de diciembre, la reserva hidráulica se encuentra al 38,1 por ciento de su capacidad, después de que los embalses recogieran en la última semana 285 hectómetros cúbicos, lo que representa el 0,5 por ciento de su capacidad total, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que señala que los embalses guardan 21.391 hectómetros cúbicos.

Así, esta semana las precipitaciones han sido prácticamente nulas y la máxima se ha registrado en Huelva, con 21,4 litros por metro cuadrado.

En la última semana del año, los embalses guardan un 32,50 por ciento menos que la media de los últimos diez años y un 25,20 por ciento menos que hace un año.

Por ámbitos la reserva se encuentra al 90,4 por ciento en Cantábrico oriental; al 61,2 por ciento en Cantábrico occidental, al 44,2 por ciento, en Miño-Sil; al 46,6 por ciento, Galicia Costa; al 81 por ciento las cuencas internas del País Vasco; al 31,4 por ciento, el Duero; al 37,4 por ciento, el Tajo y al 44 por ciento en Guadiana.

Además, Tinto, Odiel y Piedras está al 69 por ciento; Guadalete-Barbate, al 38,8 por ciento; Guadalquivir, al 31,7 por ciento; la Cuenca Mediterránea Andaluza, al 30,6 por ciento; Segura, al 14,1 por ciento; Júcar, al 25,1 por ciento; Ebro, al 48,9 por ciento; cuencas internas de Cataluña, al 45,8 por ciento.

Con estos datos, el año 2017 en su última semana se mantiene como el año con menos agua embalsada de este siglo y como el tercero más seco desde 1990, solo por detrás de 1994 y 1995, cuando en la semana 52 estaban al 35,68 por ciento y al 34,71 por ciento respectivamente.

"El peor año del decenio en grandes incendios"

Por otra parte, Greenpeace España asegura en su 'Balance 2017' que este año ha sido el peor del último decenio en grandes incendios forestales y que "se han convertido en emergencias sociales que pueden fácilmente repetirse", a los que se añaden la sequía y el cambio climático como los grandes retos para 2018.

A punto de concluir 2017, esta ONG ha expuesto los principales retos para el próximo año. A este respecto, el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, subrayó que "aprovechamos el 2018 para decirle 'no' a los combustibles fósiles, al carbón y la energía nuclear e iniciemos la senda hacia una transición justa basada en las renovables y en otro modelo productivo". 

"Aprovechemos para demandar una nueva forma de gestionar el agua, ya que la actual es insostenible e inviable, con el fin de exigir que se afronte la grave sequía que afecta a este país y demandemos una nueva gestión forestal que ayude a luchar contra los grandes incendios forestales. Todo ello, bajo un denominador común: la lucha contra el cambio climático y contra la pérdida de biodiversidad", indicó.  

Además de los grandes incendios, España "ya es el país más árido de Europa" y este 2017 ha sido el más seco de los últimos 20 años. Según esta ONG, esta sequía "lleva camino de convertirse en la peor conocida y a la falta de lluvias se suma la mala gestión".

Entre lo peor de este año, Greenpeace también destacó el récord de las temperaturas y emisiones de CO2, así como los combustibles fósiles, ya que España es el único país de Europa Occidental que no se plantea el abandono de carbón. "Es, junto con Polonia y Alemania, el país con más térmicas de este mineral, situadas entre las 30 más tóxicas del continente europeo".

Entre lo mejor de 2017, este balance subrayó el cierre de la central nuclear de Garoña, la solicitud de Iberdrola de cerrar sus dos térmicas y la moratoria a la prohibición de pesca en el Ártico.

Ante este balance, la ONG se ha propuesto para 2018 alcanzar una ley de cambio climático y transición energética que incluya el fin de la energía nuclear y el carbón, así como un horizonte 100% renovable para evitar un aumento de más de 1,5ºC de temperatura a finales de este siglo.

A ello se añade el cierre de los pozos ilegales de agua en España y poner fin a los trasvases como el del Tajo-Segura, establecer planes de movilidad urbana centrados en las personas con sistemas de transporte inteligentes y con menos vehículos privados y establecer políticas forestales que tengan en cuenta el cambio climático. 

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