
La contestación que ha creado la reforma de la ley del aborto, incluso en el seno del Partido Popular, podría llevar a una ralentización de la misma de modo artificial desde el propio Gobierno.
Los múltiples informes solicitados por Ejecutivo que encabeza Mariano Rajoy a distintas organizaciones -públicas, privadas, médicas, jurídicas, de mujeres e institucionales como el Consejo de Estado- para emitir sus posturas sobre la reforma que implica volver al período anterior a la ley de 1985, podrían ralentizar el debate parlamentario a lo largo de todo este año.
Tras la recepción de los 29 informes solicitados, la norma tendría que ser revisada con posibles cambios incorporados para posteriormente volver a llevarla al Consejo de Ministros, como relata el diario El País. Una vez aprobada por este órgano, pasaría al debate parlamentario.
El gesto de Rajoy
Dirigentes del Partido Popular han entendido el gesto de Rajoy, que ni siquiera defendió el texto en su última comparecencia en el Congreso de los Diputados la semana pasada, dejando solo al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
Líderes 'populares' han relatado a El País que se considera esta norma un error importante en la estrategia del partido, ya que ha supuesto un balón de oxígeno para impulsar al PSOE y se ha presentado en un momento en el que socialmente no era un asunto de relevancia.
La polémica que ha supuesto también en el seno de la Unión Europea ha pillado por sorpresa al Gobierno, con la principal resistencia de ministros franceses y en el Europarlamento, donde se ha pedido debatir el asunto de cara a las elecciones europeas, algo que tratará de evitar a toda costa el PP.