
El gusto por el bisturí no es patrimonio de actores, famosos y 'celebridades'. También los políticos, de todos los partidos y todos los países, recurren a la cirugía para ofrecer una mejor imagen de sí mismos.
En España hay numerosos ejemplos de ello. La líder del Partido Popular en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, es una de las adictas al retoque, como relata Divinity.es. La política ha pasado varias veces por el quirófano, y ha conseguido un aspecto más fresco y rejuvenecido.
La 'reina' del bisturí no declarada
En el Partido Socialista, la exvicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha sido el paradigma de la acción del bisturí. A pesar de que ella lo haya negado en varias ocasiones, los cambios físicos que ha experimentado son evidentes.
Magdalena Álvarez, exministra socialista de Fomento, también ha experimentado cambios en su rostro que difícilmente se pueden justificar sin echar mano a las operaciones estéticas.
La actual vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha sometido a dos intervenciones. En primer lugar, se puso fundas en los dientes, perjudicados por un accidente infantil; y, en segundo lugar, se intervino la nariz debido, según explicaron fuentes del PP, a otro accidente.
Los políticos del sexo masculino no se quedan atrás en vanidad y preocupación por su imagen física. Así, el exministro 'popular' Eduardo Zaplana se operó de la nariz este año; José Blanco se ha intervenido de la miopía para prescindir de las gafas, y José Bono es un gran aficionado a los 'microliftings' y los implantes capilares.