La lluvia no ha dado tregua a las hermandades sevillanas y ha vestido la mañana del Miércoles Santo de gris, impidiendo que cofradías como San Bernardo o La Sed pudieran realizar su estación de penitencia.
La Sed fue la primera hermandad afectada este año por el tiempo. La suspensión se produjo cuando la cruz de guía ya estaba en la calle y comenzó a arreciar la lluvia que caía desde unos minutos antes. La mayoría de los 1.500 nazarenos que aguardaban en la parroquia de la Inmaculada, en el barrio de Nervión, recibieron la noticia con lágrimas en los ojos
Desilusión y tristeza
Nazarenos, mayores y pequeños, andaban bajo la lluvia empapando sus túnicas negras y moradas para dirigirse a la iglesia y recibir una de las peores noticias del día, que después de un año completo esperando este momento se tenían que quedar en casa.
Para algunos era la primera vez, como en el caso de Mario, que ataviado con la túnica y la capa, dormía en su carro mientras su abuela comentaba a Europa Press Televisión que se sentía "muy triste" pero que "siempre le toca a alguien" y que esta hermandad, por lo menos, lleva dos años seguidos saliendo.
Por su parte, Juan, padre de varios nazarenos y hermano de esta cofradía, afirmó que es una "desilusión", y para animar el entristecido ambiente, bromeó con que tendrá que pasarse toda la semana comiéndose los veinticinco bocadillos que había hecho para sus hijos.