
El Ministerio de Sanidad ha anulado este sábado más de 900.000 tarjetas sanitarias de beneficiarios que se encontraban en situación irregular.
Casi el 50% de los titulares de estas tarjetas no eran residentes en España, según informa el diario ABC, sino que se beneficiaban de tratamiento médico en el país para luego regresar a su lugar de residencia, o bien cargaban los gastos de la atención al Gobierno español.
El Gobierno de Mariano Rajoy ya argumentó que uno de los principales objetivos de la reforma sanitaria era reducir el 'turismo sanitario' para reducir los costes en este departamento. Prescindir de las facturas de los no residentes con tarjeta podría suponer a las arcas del Estado mil millones de euros anuales.
'Sin papeles' sin médicos
Sin embargo, más de 400.000 inmigrantes en situación irregular en nuestro país también se verán con una tarjeta que ya no tiene validez, y solo se verán cubiertas las necesidades médicas de menores, embarazadas y urgencias sin prescripción de medicamentos.
Algunas comunidades autónomas seguirán prestando la misma atención sanitaria, aunque emitirán un nuevo documento identificativo para los 'sin papeles' que residan en estas regiones -Andalucía, Asturias, Galicia, Navarra, Cataluña y País Vasco-.