Lo que hoy es un delito podría ser un derecho a finales de año. Ese es el auténtico cambio que plantea la reforma de la Ley del Aborto.
Pero lo que más ampollas sociales ha levantado ha sido dejar en manos de las menores la decisión final.
De los abortos que se practicaron en 2006, el 4,2 por ciento lo protagonizaron jóvenes de 16 y 17 años, que con la reforma de la Ley, no necesitarán el consentimiento de los padres.
El plazo legal para abortar también se amplía. Si la nueva ley sale adelante, la legislación española será una de las más permisivas de Europa, superada sólo por Holanda.