Los ministros de Economía de la eurozona han reiterado durante su reunión de este lunes su "inquietud" por la subida de la inflación, que en junio alcanzó una tasa récord del 4%, y respaldaron la decisión adoptada la semana pasada por el Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el 4,25%.
El primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha asegurado que durante el encuentro, en el que estaba presente el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, no hubo ninguna crítica a la actuación del BCE. Y ello pese a que Francia, España, Italia e incluso Alemania se habían quejado del anuncio de Trichet de que subiría los tipos. Y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, reiteró sus ataques tras la decisión del BCE.
"Todos creemos que el BCE tiene razón de insistir con vehemencia sobre la necesidad de anclar bien las expectativas de inflación a medio plazo", destacó Juncker.
