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Alimentar un futuro sostenible, el compromiso de la industria

Mejorar la calidad de vida actual y futura de los ciudadanos a través de la alimentación, construyendo un sector industrial seguro, saludable y sostenible económica, social y medioambientalmente, es la visión de nuestro sector.

Así lo recoge el Marco Estratégico para la Industria de Alimentación y Bebidas, elaborado por FIAB con la colaboración del Gobierno, que tiene como misión ser la locomotora de la economía, el empleo y la imagen de España, siendo competitiva en cualquier mercado global, atrayendo el mejor talento, basada en su seguridad, calidad y desarrollo científico y tecnológico, con 2020 como horizonte.

La industria de la alimentación y bebidas es un importante motor de la economía nacional y el primer sector industrial de este país en términos de facturación. En cuanto al empleo, genera casi medio millón de puestos de trabajo y ha sido uno de los sectores que mejor ha resistido la crisis. Asimismo, esta industria es líder en la UE en ámbitos como la trazabilidad, seguridad alimentaria o su alto nivel de inversión en I+D+i.

Para alcanzar el objetivo fijado, el sector se ha marcado cuatro grandes retos: eficiencia, creación de valor, internacionalización y dinamización para ganar tamaño. Dentro del primero se enmarca uno de los temas más candentes del debate alimentario: el equilibrio entre industria eficiente y medio ambiente. Y es que, la industria de la alimentación y bebidas no sólo quiere crecer, sino que quiere hacerlo de forma sostenible.

Así, los avances conseguidos por el sector de alimentación y bebidas español en esta área en un periodo relativamente corto, han sido muchos. Por ejemplo, España ha pasado de un escenario donde la prevención y el reciclado de envases era prácticamente inexistente, a otro donde existen sistemas de gestión consolidados que han permitido cumplir todos los objetivos europeos y situar a nuestro país entre aquellos que cuentan con mejores resultados ambientales en esta materia.

La tremenda evolución del reciclado de envases, sirve para poner en valor que el éxito de la industria alimentaria es el resultado, no sólo de este eslabón de la cadena, sino de una amplia colaboración con otras partes interesadas en la cadena de suministro, el Gobierno, la sociedad civil e investigadores y académicos.

Aunque los esfuerzos de la industria son innegables, aún queda mucho por hacer. Por ello nos hemos planteado cinco retos a 2020 en materia medioambiental que abarcan los aspectos fundamentales para conseguir el crecimiento sostenible mencionado anteriormente.

El primero de ellos es alimentar a una población creciente en un entorno de escasez de recursos. Todas las previsiones apuntan que para el año 2030 será necesario aumentar en un 50 por ciento el suministro de alimentos para satisfacer las demandas de la población mundial. Si continuamos con el modelo actual de producción, este incremento provocará una presión cada vez mayor sobre los ya escasos recursos naturales disponibles.

Para avanzar en la sostenibilidad de los alimentos es necesaria la mejora en cada una de las etapas de sus ciclos de vida y la colaboración entre los agentes implicados en la cadena de valor del producto. De este modo, la industria se propone contribuir al desarrollo de un abastecimiento sostenible de materias primas; reducir el desperdicio de alimentos; colaborar con asociaciones de consumidores e instituciones o sectores interesados en la promoción de la sostenibilidad medioambiental y promover el cálculo de la huella ambiental de los productos.

El segundo consiste en gestionar el agua de forma más sostenible. El agua es, probablemente, el principal factor limitante para la producción de alimentos a nivel mundial. Aunque el sector ha conseguido reducir su consumo anual en un 33 por ciento de 2006 a 2010, queremos continuar disminuyéndolo mediante la optimización de los procesos y su reutilización, sin afectar a la calidad y seguridad de los productos, así como mejorar la calidad de los vertidos finales.

Mantener la competitividad industrial en un entorno de incertidumbre jurídica y dependencia energética es el tercer reto. España se caracteriza por tener una estructura de consumo energético con una dependencia muy elevada. Además, en el ámbito nacional hay una gran incertidumbre en cuanto al marco regulatorio de estas actividades. La industria se marca como objetivo mejorar la eficiencia de los procesos de producción y envasado y el uso de fuentes de energía más limpias y eficientes.

Otro de los retos que la industria plantea es la mejora de la eficiencia de procesos y mitigación del cambio climático. Queremos seguir siendo un referente en reducción y compensación de las emisiones de gases de efecto invernadero y para ello nos proponemos impulsar la colaboración con los proveedores para optimizar el transporte y la distribución de materias primas y productos y reducir, de este modo, las emisiones de gases de efecto invernadero.

La última meta consiste en minimizar el impacto ambiental de los envases. En España se reciclan siete de cada diez envases puestos en el mercado. Desde la industria queremos promover la innovación en envases más sostenibles; evitar los residuos; trabajar en el diseño y el ciclo de vida del envase y promover la mejora de los procedimientos de elaboración y presentación de informes en los Estados miembros.

Estas iniciativas se presentaron en el primer Envifood Meeting Point, que se celebró en Madrid el pasado mes de junio. Este encuentro es otro ejemplo del esfuerzo de la industria para buscar de forma proactiva soluciones medioambientales ad hoc, fruto de su compromiso con el entorno en el que desarrolla su actividad y, en definitiva, con la sociedad que lo habita.

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