El enorme apalancamiento acumulado en el sistema financiero chino a lo largo de la última década deberá corregirse, y la pregunta es: ¿cómo de desordenada será la corrección? En lugar de absorber las pérdidas en su balance para apoyar el crecimiento, creemos que el gobierno central chino optará por mejorar tanto los balances de los bancos como la adecuación entre el riesgo y la rentabilidad en los futuros préstamos. Este último aspecto exigirá la generación de pérdidas en los titulares de pasivos corrientes, lo que reducirá el crecimiento actual a cambio de estabilidad para el futuro.
Por Don Hanna y Jennifer Kapila.