A pesar de las declaraciones del primer ministro del Reino Unido David Cameron, hace falta más austeridad para cumplir con los objetivos de la coalición de equilibrar las finanzas del país y rebajar su relación entre deuda y PIB. Sin embargo, es poco probable que las políticas fiscales tengan un gran impacto sobre los rendimientos de la deuda pública o la libra esterlina (GBP), que están fundamentalmente condicionados por las decisiones políticas del Banco de Inglaterra y los acontecimientos macroeconómicos, especialmente la inflación. Esperamos que la deuda pública a largo plazo experimente episodios de volatilidad alrededor de la fecha de las elecciones generales, debido a la incertidumbre relacionada con el posible referéndum sobre la UE a finales de esta década.
Por Brunello Rosa y Nouriel Roubini.