Pese a la reciente mejora de la confianza, mejores datos comerciales y menor preocupación por la fortaleza del won, el Banco de Corea (BoK) ha decidido recortar su tipo base en 25 puntos hasta el 2,00% el 15 de octubre, mencionando una inflación inferior al objetivo.
Las presiones del gobierno para impulsar el crecimiento pudieron ser otro factor, junto con la ansiedad por la debilidad de la eurozona y el panorama de la demanda interna. Lo vemos como el último recorte de tipos del ciclo de flexibilización, ya que el estímulo fiscal propuesto apoyará el crecimiento y la elevada deuda de los hogares mantiene al BoK en guardia.
Por Rahil Devgan