Creemos que la recuperación en los mercados desarrollados está cobrando impulso ante la reducción de los desequilibrios exteriores, el alejamiento del territorio deflacionista y el fortalecimiento de las posiciones fiscales.
Sin embargo, nuestro modelo también apunta hacia una renovada divergencia del riesgo soberano: mientras que es probable que Bélgica, Portugal y Suiza registren mejoras, esperamos un ligero deterioro de los desequilibrios externos e internos en Noruega, Israel y Austria, que no obstante mantendrán su fortaleza.
Por Paulina Argudin, Ian Watt y Mike Liu