La publicación del PIB británico de volumen encadenado conforme al nuevo sistema europeo de cuentas indica que la caída desde lo alto en 2008-2009 fue menos severa de lo que se creía, con un bajón del 6,0% en vez del 7,2%.
Además, el subsiguiente repunte fue un 1% más fuerte. El crecimiento del primer al segundo trimestre de 2014 se sitúa en el 0,9%, lo que supone una revisión al alza frente a la previsión anterior publicada en agosto.
Creemos que el Banco de Inglaterra subirá su tipo oficial en febrero pero si piensa que la economía (y la presión inflacionaria) es más fuerte de lo que creía, podría adelantar la primera subida. Esperamos al informe de la inflación de noviembre con interés.
Por Alex Waters
