
Lucio A. Muñoz aborda en "El sistema está podrido" el modelo político-económico de España, que tiene un perfil parasitario y clientelar.
El sector privado, y por tanto la economía productiva, está fundamentalmente al servicio de los dos partidos políticos más importantes y de los dos sindicatos de clase.
En este sentido, según explica Lucio A. Muñoz en su nuevo libro, España tiene un sistema parasitario porque gran parte de la subvencionada casta político-sindical vive acomodadamente a costa de convertir a las pymes, los autónomos y las familias en verdaderos esclavos fiscales del siglo XXI.
Igualmente, España tiene un sistema clientelar debido a que las empresas y los ciudadanos que no tengan la condición de "clientes económico-políticos" de los dos principales partidos se encuentran prácticamente fuera del círculo del dinero, de la influencia y el poder.
El libro denuncia las subvenciones públicas inyectadas a empresas amigas de los partidos y las famosas "mordidas" cobradas por determinados políticos a empresas a cambio de la concesión de contratos con la Administración, lo que retrata la perversa conexión que existe entre economía y política y, del mismo modo, la confusión existente entre la "cosa pública" y la Cosa Nostra.
En clave de economía política, el autor expone determinadas ideas que reflejan que el problema de España es de origen político y, por ende, que la recuperación económica de nuestro país depende, sobre todo, de una radical regeneración de nuestro corrupto sistema político.
La economía española está intervenida por los dos partidos políticos que, de momento, siguen siendo mayoritarios. Las autonomías han enriquecido a la casta política y a sus clientes y, por el contrario, han empobrecido a los españoles. El sistema en España es una cleptocracia disfrazada de democracia estrafalaria. La crisis es un engaño a los españoles...
Las nuevas generaciones, según Lucio A. Muñoz, tienen derecho a conocer la farsa que ha supuesto la Transición. En España se ha formado una nueva lucha de clases: la oligarquía político-sindical y la élite financiera contra los ciudadanos, advierte el autor.