Desconcertado por el bajo crecimiento y la baja inflación, en el día de ayer el BCE rebajó sus previsiones y desplegó un sorprendente paquete de medidas de flexibilización. Si bien no llega a ser una flexibilización cuantitativa plena, el último paquete de medidas del BCE (recortes de los tipos y planes para la puesta marcha de un programa de compras de bonos de titulización) representa un enérgico intento de utilizar elementos de flexibilización cuantitativa y crediticia para que su cada vez más reducido balance regrese al nivel de los 3.000 millones de euros. Con todo, creemos que el BCE se verá obligado a tomar medidas adicionales, ya que es probable que el crecimiento y la inflación de la eurozona sigan estando por debajo de las previsiones recientemente rebajadas del banco central.
Por David Nowakowski y Annalisa Piazza