La batalla legal entre Argentina y los tenedores de bonos que no se han acogido a la reestructuración se está aproximando a un punto crítico, ya que el periodo de gracia de 30 días para evitar el incumplimiento de los pagos llega a su fin el 30 de julio. En vista de la falta de avances para lograr un acuerdo, las probabilidades de que Argentina incumpla sus pagos han aumentado considerablemente, aunque sigue existiendo la posibilidad de un aplazamiento de última hora. Esperamos que los diferenciales de la deuda exterior argentina se sigan ampliando a medida que se acerque la fecha límite, aunque tenemos dudas de que un incumplimiento de los pagos se contagie significativamente a otros activos de los mercados emergentes (los países fronterizos con balances débiles podrían experimentar ligeros daños colaterales). Seguimos pronosticando la llegada al poder un gobierno más favorable al mercado en el año 2016, lo que favorecerá la normalización de la situación de la deuda exterior argentina a partir de esa fecha.
Por Joao Pedro Ribeiro y Rachel Ziemba.