Aunque el flujo de gas a Europa no se ha visto afectado por el conflicto ruso-ucraniano hasta ahora, aumenta la preocupación (cebada por el accidente del MH17) de que la crisis se prolongue hasta el invierno y amenace con alterar el suministro de energía a Europa, como ocurrió en 2006 y 2009. Nuestro escenario base (un 70% de probabilidades) prevé que Ucrania y Rusia suscriban un acuerdo del gas antes del invierno y se evite la interrupción sostenida del mercado energético europeo (las interrupciones breves siguen siendo un riesgo). Otorgamos un 30% de probabilidades a que Europa sufra una interrupción sostenida del suministro del gas a finales de otoño, con repercusiones más agudas al este de Europa, en especial en Bulgaria, Serbia, Macedonia y Hungría.
Por Evghenia Sleptsova.