La mayoría de los mercados financieros continúan presentando una baja volatilidad, lo que suscita el temor de que los participantes en el mercado sean demasiado tolerantes con respecto a los riesgos de eventos extremos. Las correlaciones entre los activos son un indicador importante que se debe tener en cuenta a este respecto, ya que tienden a subir cuando los riesgos de eventos extremos se materializan. Entre 2001 y el primer semestre de 2013, cada vez que se produjo una señal de tendencia para las correlaciones (y se dieron cinco ejemplos), el índice MSCI EM Equity Index registró rendimientos planos o negativos durante los seis meses posteriores. Acabamos de identificar la sexta de estas señales de tendencia, en vista del constante descenso de las correlaciones dentro de los mercados emergentes a lo largo de los últimos 18 meses. Aunque nuestra hipótesis de referencia para la renta variable de los mercados emergentes sigue siendo positiva, este patrón histórico representa un punto de vista alternativo.
Por Mike Liu.