El gobierno francés está tratando de reformar el sistema ferroviario y aprobar un presupuesto suplementario (que incluye 50.000 millones de euros en recorte del gasto público y 41.000 millones de euros en reducciones de los costes para las empresas en 2017), lo que está suscitando una considerable resistencia entre los sindicatos y el Partido Socialista. Dada la urgencia de las reformas y la necesidad del gobierno de demostrar su determinación, es probable que los dos proyectos de ley sean finalmente sometidos a votación, y que el gobierno acepte un aumento del desfase presupuestario para apaciguar a los socialistas y sacar adelante las reformas. En términos generales, las reformas se siguen llevando a cabo de una forma fragmentada e insuficiente, lo que sugiere que la economía francesa continuará volviéndose cada vez menos competitiva dentro de la eurozona.
Por William Oman
