El pasado 16 de junio el Tribunal Supremo estadounidense rechazó la solicitud de Argentina para revisar la sentencia de un tribunal de apelación de Nueva York según la cual debe reembolsar totalmente a los tenedores de bonos que no se acogieron a la reestructuración. Este era el peor de los escenarios para el país, que esperaba que el Tribunal Supremo al menos consultase al Fiscal General su postura sobre la causa. Este resultado hubiera servido para que Argentina ganase tiempo para poder negociar un acuerdo con los acreedores que no se acogieron a la reestructuración. Aunque todavía existen posibilidades de que Argentina negocie un acuerdo con dichos acreedores, y que incluso acepte la sentencia del tribunal relativa al pago del total de las cantidades, el anuncio del pasado lunes incrementa las probabilidades de una quiebra técnica. Tras esta decisión, el diferencial de la deuda externa argentina aumentó cerca de 100 puntos básicos, lo que hizo que se colocase por encima de los 830 puntos básicos.
Por Joao Pedro Ribeiro.
