La gradual flexibilización monetaria, fiscal y normativa ha estabilizado el crecimiento chino, y creemos que los responsables políticos casi han terminado con los estímulos para este año. Mantenemos nuestra previsión de crecimiento del 7,1% para 2014, y en este momento consideramos que los riesgos para nuestra predicción están equilibrados. Por el lado positivo, la mejora de la demanda exterior y el aumento de la flexibilización crediticia podrían acercar el crecimiento al objetivo del 7,5% fijado por el gobierno. No obstante, los riesgos a la baja son grandes, debido especialmente a que el sector inmobiliario sigue contrayéndose sin que todavía presente señales de haber tocado fondo.
Por Adam Wolfe.