El déficit externo turco se estrecha con más rapidez de lo previsto y refleja una mejora general en el comercio neto, con un impulso de gran apoyo por parte del comercio del oro. No obstante, las cifras de abril dejan nuestro pronóstico a final de año de una brecha de 50.000 millones de euros (6,1% del PIB) sin cambios y los bajos flujos de inversión extranjera directa subrayan riesgos de financiación, a la luz del sesgo facilitador del Banco Central de la República de Turquía.
Por Maya Senussi.