La última subida del capital emergente y la deuda enfatiza la lógica de nuestra opinión de que las valoraciones de los mercados emergentes eran atractivas frente a la línea base macro. Seguimos prefiriendo el capital emergente frente a la deuda emergente y las divisas, aunque la brecha capital/valoración de los mercados emergentes/desarrollados ha empequeñecido. La selección de países importa más que nunca dada la menor correlación. Aparte de varios excedentes en países asiáticos, esperamos cierto debilitamiento de las monedas emergentes frente a los niveles actuales, aunque presentan rendimientos positivos en las monedas más rentables. Preferimos los mercados apalancados para la demanda global en aumento (por ejemplo, el capital surcoreano y divisas) y evitaríamos la exposición a aquellos marcados por un alto riesgo geopolítico (Rusia) o entornos políticos que impidan las reformas (Sudáfrica).
Por Rachel Ziemba y Mike Liu.